El imperialismo estadounidense es realmente despreciable y su desvergüenza no tiene límites. Después de que la Secretaria del Tesoro, Yellen, no logró llegar a un acuerdo durante su visita a China, regresó con una combinación de golpes de represión durante unos días:

1. Se conoció el dato del IPC de marzo, con un incremento interanual del 3,5%, y se retrasaron aún más las expectativas de recorte de tipos de interés;

2. Poco después se volvió a agitar el gran garrote de las sanciones y, bajo el pretexto de la seguridad nacional, se sancionaron a seis entidades chinas:

3. Ayer Fitch Ratings Internacional rebajó la calificación crediticia internacional de China; si llegamos a negociar este momento y aprovecharlo, puede que nada de esto pase. No han pasado tres días consecutivos de golpes combinados.