El potencial de la IA para ser más que un simple avance tecnológico, plantea riesgos que no podemos ignorar.

#VitalikButerin , el cofundador de Ethereum, ha emitido una severa advertencia sobre #Artificial_Intelligence (AI).

No agrupa #AI con los avances tecnológicos habituales, como los teléfonos inteligentes o las redes sociales. En cambio, #Buterin coloca a la IA en una categoría propia debido a su potencial para revolucionar la sociedad (al igual que lo hicieron la imprenta o la rueda).

¿El giro? La IA podría ser más astuta que todos nosotros y convertirse potencialmente en la fuerza dominante en la Tierra. Es un salto a un territorio desconocido.

La amenaza de la IA superinteligente

Las preocupaciones de Buterin van más allá de los típicos temores tecnológicos. Advierte que una IA superinteligente podría percibir a los humanos como una amenaza, lo que llevaría a resultados catastróficos.

Y no es una cuestión de futuro lejano: la IA avanza rápidamente. Si bien lo ideal sería que estos seres superinteligentes fueran nuestros aliados, programarlos para que coexistan con los humanos de forma segura es un desafío que aún no hemos resuelto. Esto puede parecer ciencia ficción, pero es un tema que se toma en serio en los círculos tecnológicos. Rob Bensinger de MIRI ilustra diversas opiniones sobre el nivel de amenaza de la IA.

En una revelación sorprendente, una encuesta de 2022 entre expertos en aprendizaje automático sugirió que había entre un 5% y un 10% de posibilidades de que la IA condujera a la extinción humana.

A pesar de que parezcan especulativas, estas preocupaciones existen desde hace más de una década y merecen atención.

Imaginando el futuro con IA

Buterin también nos invita a considerar cómo sería la vida en un mundo gobernado por la IA. Se refiere a la serie Culture de Iain Banks, donde los humanos coexisten con poderosas IA.

Este futuro imaginado ofrece longevidad, salud y entretenimiento, pero a un costo potencial: es posible que los humanos no tengan el control.

Esto plantea una pregunta crucial sobre nuestra futura coexistencia con la IA: ¿seremos socios o simplemente pasajeros en un mundo impulsado por la inteligencia artificial?