Le dije: Maestro, ¿por qué todos mis amigos están casados y yo sigo soltero?
Maestro: Se dio la vuelta, me miró y sonrió sin darse cuenta.
Dije: ¿Hasta el maestro se ríe de mí?
Maestro: No, es sólo que el donante se ve muy gracioso.
Así que abrí la billetera TP con manos temblorosas y le mostré al maestro mis 100 M de RAM.
Maestro: El donante es tan guapo.