El stop loss no se diseñó para salvaguardar sus fondos; fue formulado para facilitar su agotamiento. Colocar un límite de pérdidas no lo protegerá de pérdidas como se cree comúnmente. Considere este escenario: invierte en una moneda dudosa como $STRK a $2,50 cada una, por un total de $2500, con un límite de pérdidas establecido en $2. Usted asume que su pérdida máxima sería de $500, pero se despierta con una pérdida de $1250. ¿Por qué? El stop loss simplemente activa una orden de mercado cuando se alcanza un precio predeterminado, sin impedir una mayor caída. Es similar a prestarle $100 mil a un amigo por una participación del 50% en su negocio, limitando su pérdida potencial a $15 mil. Después de un mes rentable, el capital aumenta a $110 000, pero una pérdida posterior de $50 000 lo reduce a $60 000, superando la pérdida esperada. El amigo paga 80.000 dólares y se hace con la propiedad total a pesar de que finalmente obtuvo una ganancia de 50.000 dólares, dejándolo a usted sin participación. El stop loss tradicional beneficia principalmente a los corredores, que a menudo fracasan. Los profesionales emplean estrategias de stop loss virtuales o algorítmicas adaptadas a condiciones específicas, vendiendo gradualmente a precios óptimos en lugar de hacerlo todo a la vez. Estén atentos para obtener información sobre estas técnicas.