El miedo a perderse algo (FOMO) puede incentivar decisiones de inversión impulsivas. Las personas que perdieron oportunidades anteriores de compra a precios más bajos pueden ser susceptibles a intentos de manipular el mercado mediante inflación artificial de precios. Esta táctica tiene como objetivo atraer nuevos compradores dispuestos a adquirir los activos ahora sobrevalorados, facilitando una salida ventajosa para los vendedores. Por lo tanto, es fundamental tener paciencia y buscar momentos oportunos para la inversión, basados ​​en un análisis financiero sólido.