Negociar responsablemente

Edúcate tu mismo:

Obtenga información sobre estrategias comerciales, gestión de riesgos y los activos que le interesan negociar.

Empieza pequeño:

Comience con una pequeña cantidad de capital que pueda permitirse perder sin un impacto significativo en su bienestar financiero.

Pon límites:

Establezca puntos de entrada y salida claros para sus operaciones, así como órdenes de limitación de pérdidas para limitar pérdidas potenciales.

Diversificar:

Distribuya sus inversiones entre diferentes activos para reducir el riesgo. No ponga todos sus fondos en un solo activo.

Gestionar el riesgo:

Arriesgue solo una pequeña parte de su capital en cada operación, normalmente no más del 1-2% de su capital comercial total.

Mantente informado:

Manténgase actualizado con las noticias y desarrollos del mercado que podrían afectar los activos con los que opera.

Evite FOMO (miedo a perderse algo):

No persiga cada movimiento de precios ni se apresure a realizar operaciones sin un análisis adecuado.

Controlar las emociones:

El comercio puede ser emocional, pero las decisiones deben basarse en el análisis y la estrategia en lugar del miedo o la codicia.

Revise periódicamente su estrategia:

Evalúe periódicamente su desempeño comercial y ajuste su estrategia según sea necesario. Considere objetivos a largo plazo: si bien el comercio a corto plazo puede ser rentable, considere sus objetivos financieros a largo plazo y cómo el comercio encaja en su estrategia de inversión general.