¿Qué es una línea de crédito mutua?
El crédito mutuo funciona como una red de intercambio descentralizada donde el dinero creado internamente sirve como medio de intercambio. Opera dentro de un sistema cerrado donde los depósitos equilibran los déficits totales, manteniendo el equilibrio y preservando el valor del dinero. Cada unidad de moneda en circulación es necesaria para saldar deudas dentro de la red, fomentando la confianza mutua y eliminando el estigma de la deuda.
Las líneas de crédito dentro de las redes de crédito mutuas se asignan a los miembros en la moneda de la red, lo que les permite gastar dentro de límites predefinidos. Estas líneas permiten a los miembros comprar bienes o servicios entre sí, creando saldos negativos en sus cuentas. El reembolso ocurre cuando los miembros venden bienes o servicios a otros en la red, reduciendo su saldo negativo.
¿Por qué se necesitan líneas de crédito mutuas?
Los métodos de emisión de líneas de crédito varían entre las redes, desde evaluaciones crediticias tradicionales hasta medidas alternativas como evaluaciones basadas en confianza. Las líneas de crédito mutuas democratizan el acceso al crédito, distribuyendo el riesgo de incumplimiento en toda la red. En caso de incumplimiento, el sistema se desvía del equilibrio, lo que puede rectificarse comprando unidades monetarias excedentes o proporcionando un valor equivalente.
La necesidad de líneas de crédito mutuas surge de la dificultad que enfrentan ciertos grupos, como los autónomos y los microempresarios, para acceder al crédito a través de los canales tradicionales. Al descentralizar la emisión de crédito, el crédito mutuo empodera a las comunidades ricas en recursos pero pobres en efectivo, estimulando la actividad económica y fomentando el crecimiento del valor. A diferencia de las economías centralizadas donde la emisión de crédito favorece a determinadas entidades, el crédito mutuo promueve la distribución equitativa del crédito y las recompensas por la emisión de divisas.
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