Panorama regulatorio
Una de las cuestiones más polémicas y complejas que rodean a las criptomonedas es la regulación. Diferentes países han adoptado diferentes enfoques para regular el espacio criptográfico, que van desde prohibiciones absolutas hasta marcos de apoyo. La Unión Europea se convirtió en la primera en adoptar medidas integrales que exigen a los proveedores de servicios criptográficos que cumplan con las normas contra el lavado de dinero y la financiación del terrorismo, así como con las normas de protección de consumidores e inversores. Estados Unidos también anunció un nuevo marco en 2022 que otorgó más poder y claridad a los reguladores del mercado existentes, como la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) y la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos (CFTC). Sin embargo, la industria criptográfica estadounidense también enfrentó muchas batallas e incertidumbres legales, ya que la SEC demandó o advirtió a varias empresas y proyectos criptográficos sobre sus productos y servicios, como Ripple, Coinbase, Binance y Grayscale. Algunos de estos casos se resolvieron a favor de la criptoindustria, como la aprobación de los primeros ETF Spot de Bitcoin en enero de 2024, mientras que otros aún están en curso o pendientes. El presidente de la SEC, Gary Gensler, declaró que la agencia continuará haciendo cumplir las leyes federales de valores y protegiendo a los inversores, al tiempo que reconoce los beneficios potenciales de la criptoinnovación.
Otros países, como China, India, Turquía y Nigeria, adoptaron una postura más hostil hacia las criptomonedas, prohibiendo o restringiendo su uso, comercio y minería. Estas acciones causaron importantes perturbaciones y pérdidas para el mercado y la comunidad de las criptomonedas, además de plantear problemas de censura y derechos humanos. Algunos países, como El Salvador, adoptaron un enfoque más progresista y experimental, convirtiendo al Bitcoin en moneda de curso legal y ofreciendo incentivos para su adopción. Sin embargo, esto también enfrentó desafíos y críticas, como fallas técnicas, protestas, inflación y presión internacional.