1. Descentralización: las criptomonedas operan en una red descentralizada, lo que significa que no están controladas por ninguna autoridad central como un gobierno o una institución financiera.
2. Seguridad: Las criptomonedas utilizan técnicas criptográficas para proteger las transacciones, lo que las hace menos susceptibles al fraude y la piratería en comparación con los métodos de pago tradicionales.
3. Tarifas de transacción más bajas: las transacciones de criptomonedas suelen tener tarifas más bajas en comparación con los sistemas bancarios tradicionales, especialmente para las transferencias internacionales.
4. Privacidad: las transacciones de criptomonedas pueden proporcionar un mayor nivel de privacidad y anonimato en comparación con las transacciones financieras tradicionales.
5. Accesibilidad: Cualquier persona con una conexión a Internet puede acceder y utilizar las criptomonedas, proporcionando servicios financieros a personas que tal vez no tengan acceso a los sistemas bancarios tradicionales.
6. Transacciones sin fronteras: Las criptomonedas permiten transacciones transfronterizas rápidas y sin problemas sin necesidad de conversiones de moneda ni intermediarios.
7. Transparencia: La tecnología Blockchain, que sustenta las criptomonedas, proporciona un registro transparente e inmutable de todas las transacciones, lo que mejora la confianza y la responsabilidad en el sistema.