Nuestros pensamientos son seguidores de la sociedad.

La sociedad da origen a los pensamientos que pensamos, a las palabras que decimos y a los actos que realizamos.

Seguimos complaciendo al “otro” para ser complacidos y amados por ese otro; por lo tanto, no logramos alcanzar la verdadera paz que nuestro ser realmente requiere.

Queremos ser presentados por el mundo que nos rodea. Creemos que estamos incompletos y que podemos estar completos adoptando gustos y borrando disgustos del mundo. No pensamos más allá de los estándares hechos por las personas que nos rodean. Nos movemos bajo el control remoto de la sociedad. Somos adictos a ser controlados y encarcelados por otros. Esta adicción lleva al mundo de las ilusiones desdibujando nuestro ser Real; bloquea las habilidades divinas de uno. Entonces el problema es otro. Todas las penas y ansiedades son el subproducto del otro. Puede ser cualquier cosa a la que prestes atención y desperdicies toda tu energía; finalmente, pierdes la esencia pura de tu ser/existencia y te conviertes en un juguete indefenso que tiene que ser realizado por ese otro.

La única manera de evitar este estilo de vida falso es conocerse a uno mismo. Al quitarnos la lente del mundo o de la sociedad, podemos borrar las etiquetas falsas y las identidades falsas. Para revelar el yo puro, debemos evitar el deseo de reconocimiento que nos aferra. Es necesaria una mirada profunda para entrar en nuestro yo, desprendiendo todos los apegos a los que estamos apegados.

#thoughts #freedom #Realbeing #Peace