Según Odaily, el sistema político estadounidense funciona gracias a importantes contribuciones financieras. El 1 de noviembre, Bloomberg informó que 11.000 grupos políticos han gastado 14.700 millones de dólares en la campaña electoral estadounidense de 2024. El informe destaca que, debido a la falta de restricciones legales a la financiación de las elecciones presidenciales y al Congreso, la intensa batalla entre los partidos demócrata y republicano ha provocado que los votantes se vean inundados de anuncios, mensajes de texto y correos electrónicos solicitando votos.

El gasto de 14.700 millones de dólares cubre principalmente una amplia publicidad televisiva, agresivas campañas de recaudación de fondos y numerosas visitas puerta a puerta realizadas por candidatos, partidos y comités de acción política. Según AdImpact, una empresa estadounidense de seguimiento de la publicidad, se prevé que las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024 sean las más caras de la historia.