Según CoinDesk, un juez estadounidense desestimó la solicitud de Banq, un neobanco de criptomonedas que se declaró en quiebra el año pasado. El juez determinó que la solicitud era un intento de proteger a la empresa y a sus ejecutivos de un litigio en curso por parte de un acreedor, en lugar de un esfuerzo genuino por reorganizar el negocio.

Banq y su presidente, Jon Jiles, están siendo demandados por el acreedor N9 por acusaciones de que Jiles no cumplió con sus deberes fiduciarios. N9, un importante acreedor con una participación de 3 millones de dólares en Banq, afirma que Jiles priorizó los intereses de Prime Trust, donde también fue fundador y miembro gerente, por sobre los de Banq. La demanda alega que Jiles no estableció un acuerdo de no competencia con el ex director ejecutivo de Banq, Scott Purcell, sino que solo estableció uno entre Purcell y Prime Trust. Esto, según N9, le permitió a Jiles aprovechar su control sobre Banq para beneficiar a Prime Trust, lo que en última instancia condujo a la caída de Banq.

La jueza Natalie M. Cox, que presidió el caso, describió la solicitud de quiebra de Banq como una