Según Cointelegraph, se espera que las grandes empresas tecnológicas como Apple y Alphabet, la empresa matriz de Google, utilicen inteligencia artificial (IA) para mantener su liderazgo en la industria, según un informe técnico publicado por la firma de inversión de Cathie Wood, ARK Invest, el 1 de octubre. El documento, escrito por el futurista jefe de ARK, Brett Winton, profundiza en el potencial disruptivo de la IA y describe un marco para identificar dichas tecnologías.
El informe de Winton destaca cómo las grandes empresas tecnológicas probablemente mejorarán sus capacidades de inteligencia artificial para mantener su dominio del mercado, al tiempo que reconoce los posibles obstáculos de estas estrategias. Identifica tres propiedades fundamentales de las plataformas tecnológicas disruptivas: reducciones significativas de costos, penetración en mercados nuevos o desatendidos y modelos de negocios que demoran la monetización y pueden parecer inicialmente poco atractivos desde el punto de vista financiero. Estas características a menudo permiten a las empresas más pequeñas competir con los gigantes de la industria, incluso cuando estos últimos reconocen el potencial de la tecnología e intentan aprovecharlo para obtener ganancias comerciales.
Winton destaca que la IA es una tecnología altamente disruptiva y señala que ha experimentado la curva de reducción de costos más pronunciada de cualquier tecnología en la historia. Afirma que el costo de operar modelos de IA con un rendimiento equivalente se ha reducido a la mitad cada cuatro meses, una tendencia que se espera que continúe durante la década. Esta rápida disminución de los costos se compara con la Ley de Moore en la industria de los semiconductores, que sugiere que los costos de los semiconductores se reducen a la mitad cada 18 a 24 meses. Winton afirma que la revolución de la IA está avanzando de cuatro a seis veces más rápido.
El informe también analiza cómo las empresas tecnológicas tradicionales suelen permitir que las empresas emergentes eliminen los riesgos de las nuevas tecnologías antes de adoptarlas a mayor escala. Winton señala que Google y Apple han adoptado este enfoque con la IA. Por ejemplo, Google no lanzó públicamente un modelo de lenguaje de gran tamaño hasta que OpenAI llevaba más de tres años en el mercado. A pesar de los esfuerzos de marketing, el rendimiento de Google quedó por detrás del de OpenAI, y el modelo más avanzado de Google costó a los clientes más de un 40 % más en rendimiento por unidad en comparación con el modelo de OpenAI.
Mientras que Google ha seguido de cerca a OpenAI, Apple aún no ha lanzado un modelo de lenguaje de gran tamaño. Winton prevé que Apple presentará sus primeros productos modernos impulsados por IA en el otoño de 2024. Señala que un enfoque más lento no significa necesariamente que un competidor perderá la carrera, ya que empresas como Google y Apple tienen razones válidas para retrasar las funciones de IA. Una de las razones es el riesgo asociado con el lanzamiento de un producto que funciona de manera impredecible, lo que puede ser preocupante para empresas con reputaciones cuidadosamente desarrolladas. Sin embargo, Winton se pregunta si este enfoque cauteloso permitirá a las grandes empresas tecnológicas introducir sistemas de IA de amplio rendimiento, y concluye que los operadores tradicionales pueden preferir tecnologías menos disruptivas, lo que podría perjudicarlos.