Según Cointelegraph, las autoridades tailandesas han llevado a cabo una redada en una operación de minería ilegal de Bitcoin en Ratchaburi, una ciudad al oeste de Bangkok, tras numerosas quejas de los residentes sobre los constantes cortes de electricidad. La redada, que tuvo lugar el 23 de agosto, reveló que las actividades mineras ilegales eran probablemente la causa de los apagones que habían asolado la zona durante más de un mes.

La investigación se inició después de que los residentes denunciaran cortes de energía inexplicables que comenzaron a mediados de julio. Estas interrupciones alertaron a las Autoridades Provinciales de Electricidad (PEA), quienes, en conjunto con la policía local, rastrearon el origen del corte de energía hasta una sola casa. Tras la inspección, se descubrió que la casa estaba siendo utilizada como base para la minería de Bitcoin, una actividad que consume grandes cantidades de electricidad.

Según Jamnong Chanwong, el jefe de seguridad del distrito, si bien el consumo de electricidad de la propiedad era inusualmente alto, los pagos realizados por esa electricidad eran sospechosamente bajos, lo que indica que los operadores habían estado robando energía para alimentar sus operaciones. El equipo de minería de Bitcoin había sido instalado por una empresa que había alquilado la casa durante unos cuatro meses. Las autoridades señalaron que los importantes cortes de energía coincidieron con el período en el que la operación minera probablemente estuvo en pleno funcionamiento. Sin embargo, no se realizaron arrestos durante la redada y la investigación está en curso. Las autoridades sospechan que los operadores huyeron al darse cuenta de que sus actividades habían atraído la atención de las fuerzas del orden.

La minería ilegal de bitcoins ha sido un problema creciente en el sudeste asiático, donde los operadores aprovechan los costos relativamente bajos de la electricidad de la región y evaden las elevadas facturas de energía asociadas con el proceso intensivo de minería de criptomonedas. En Malasia, las operaciones de minería ilegal han robado aproximadamente 723 millones de dólares en electricidad entre 2018 y 2023. En respuesta, las autoridades malasias han tomado medidas drásticas, incluida la destrucción de equipos de minería de bitcoins por valor de más de 1,2 millones de dólares que fueron confiscados por operar ilegalmente.

Si bien Tailandia en general ha sido más tolerante con las actividades de criptomonedas en comparación con algunos de sus homólogos regionales, este incidente pone de relieve los desafíos de regular una industria que evoluciona tan rápidamente y es tan exigente desde el punto de vista técnico. Si bien el gobierno tailandés ha implementado una serie de regulaciones destinadas a proteger a los inversores y mantener la estabilidad financiera, el aumento de las operaciones mineras ilegales indica la necesidad de una aplicación y un control más estrictos. A diferencia de las actividades ilegales descubiertas en Ratchaburi, las autoridades financieras de Tailandia han adoptado recientemente una postura regulatoria más favorable a las criptomonedas. En enero, la Comisión de Bolsa y Valores de Tailandia (SEC) levantó las restricciones a los inversores minoristas, permitiéndoles comprar tokens digitales respaldados por proyectos inmobiliarios o de infraestructura.