Según U.Today, la prolongada disputa legal entre la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) y Ripple Labs Inc. ha llegado a un fallo final después de casi cuatro años. La pregunta central ahora es si la SEC apelará partes de la decisión de julio de 2023. El director de tecnología (CTO) de Ripple, David Schwartz, expresó incertidumbre sobre la probabilidad de una apelación, afirmando que hay argumentos válidos tanto a favor como en contra.

El caso Ripple v. SEC gira en torno a la clasificación de XRP, el activo digital de Ripple, como valor. La SEC presentó una demanda contra Ripple en 2020, acusando a la firma de vender XRP sin registrarlo como valor. En julio de 2023, el juez Torres dictaminó que el XRP comercializado en las bolsas no es un valor, una decisión que la SEC podría considerar apelar. Se ordenó a Ripple pagar 125 millones de dólares en sanciones civiles, significativamente menos que los 2.000 millones de dólares impuestos inicialmente. El juez reconoció las reiteradas violaciones de las leyes de valores por parte de Ripple, pero señaló que la SEC no pudo demostrar que Ripple causara pérdidas a sus inversores.

Muchos miembros de la comunidad XRP creen que las posibilidades de que la SEC presente una apelación son bajas, dado el cambiante entorno regulatorio. Si sus predicciones son correctas, XRP mantendría su claridad legal, sentando potencialmente un precedente para otras criptomonedas. Schwartz mencionó que tanto la SEC como Ripple tomarían decisiones cruciales en los próximos 60 días.

Tras la sentencia definitiva, el mercado de XRP ha reaccionado de forma positiva. La criptomoneda subió a 0,5 dólares a principios de esta semana y desde entonces ha subido un 20% hasta los 0,6171 dólares. El volumen de operaciones también ha experimentado un aumento significativo del 250%, alcanzando los 5.300 millones de dólares, lo que indica un renovado interés de los inversores.