El 5 de agosto, los mercados bursátiles mundiales experimentaron caídas continuas, con pérdidas significativas en varias regiones. El índice Euro Stoxx 600 cayó un 3%, lo que refleja la debilidad generalizada del mercado. El índice FTSE MIB de Italia registró una caída aún más pronunciada de más del 4%, mientras que el PSI de Portugal cayó un 2,43%. En Asia, el principal índice bursátil de Indonesia también cayó un 4%. El índice DAX de Alemania y el índice bursátil de referencia TA-35 de Israel registraron pérdidas del 3%, y el TA-35 experimentó su mayor caída desde octubre del año anterior. Estas caídas generalizadas indican un aumento de las preocupaciones de los inversores y de la volatilidad del mercado.