Según CryptoPotato, se espera que la disputa en curso entre la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (SEC) y Ripple Labs con respecto a la clasificación de XRP como valor tenga implicaciones significativas para toda la industria. El caso, que lleva varios años en trámite, se encuentra actualmente en fase de juicio.

David Hirsh, jefe de la Unidad Cibernética y de Criptoactivos de la SEC, renunció recientemente después de servir en la SEC durante más de nueve años. Su renuncia se produjo poco después de que la SEC redujera la multa exigida a Ripple de 2 mil millones de dólares a 102,6 millones de dólares. Esta reducción fue una respuesta a la solicitud del equipo legal de Ripple de una multa que no exceda los $10 millones. La SEC justificó la multa revisada comparándola con el beneficio bruto de la conducta violatoria, lo que resultó en una multa de 102,6 millones de dólares, significativamente más alta que el límite de 10 millones de dólares en el que insistió Ripple.

Sin embargo, los desafíos legales de Ripple no se limitan al caso de la SEC. Brad Garlinghouse, director ejecutivo de la empresa, también está involucrado en una demanda separada en California. Esta demanda está relacionada con declaraciones que hizo hace años sobre su inversión personal en XRP. A pesar de que el caso llegó a juicio, el juez que presidió desestimó varias acusaciones, incluidas aquellas que sugerían que Ripple violaba la ley federal de valores. El abogado principal de Ripple declaró que el fallo de Nueva York de que XRP no es un valor permanece intacto, y un reclamo de la ley estatal basado en una declaración de 2017 va a juicio. Garlinghouse reiteró su apoyo a las declaraciones que hizo en 2017 y consideró que la desestimación de las acusaciones era una victoria significativa para la empresa.