A la hora local del 9 de enero, las Naciones Unidas publicaron el informe (Perspectivas de la economía mundial 2025) (WESP). El informe pronostica que la tasa de crecimiento económico global se mantendrá en un 2.8% en 2025, igual que en 2024. A pesar de que la economía global muestra una resistencia notable y ha soportado una serie de impactos superpuestos, el nivel de crecimiento sigue siendo inferior al promedio del 3.2% anterior a la pandemia, principalmente debido a la debilidad de la inversión, el escaso crecimiento de la productividad y los altos niveles de deuda. El informe señala que la disminución de la inflación y las políticas de flexibilización monetaria sostenidas en muchas economías podrían proporcionar un leve impulso a la actividad económica global en 2025. Sin embargo, la incertidumbre sigue siendo omnipresente, incluyendo conflictos geopolíticos, el aumento de las tensiones comerciales y los altos costos de endeudamiento en muchas regiones, desafíos que son especialmente severos para los países de bajos ingresos y los países vulnerables, cuyos desempeños de crecimiento son débiles y frágiles, amenazando el progreso hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).