Toda evasión del dolor finalmente hará que este regrese con mayor intensidad. La razón es que nuestra mente utiliza dos maneras de afrontar las cosas en el "espacio lejano" y en el "espacio cercano" que son completamente diferentes.
Una vez que algo se aleja de ti, entra en el espacio lejano. En ese momento, tu dopamina comienza a secretarse en grandes cantidades. Te sentirás emocionado y comenzarás a pensar que ese algo es especialmente importante.
Por el contrario, una vez que entra en el espacio cercano, tu dopamina dejará de secretarse. Tu sensación de emoción comenzará a desvanecerse, y sentirás que ese algo que se alejó de ti gradualmente pierde su atractivo.
Este es el principio de la neurociencia conocido como "lejos de la fragancia, cerca del hedor".
Así, podrás saber:
Por qué las estrellas deben mantener suficiente distancia de sus fans.
Por qué la luna en el extranjero siempre parece un poco más redonda.
Y por qué cuando quieres pedir comida a domicilio, la sensación más emocionante ocurre al hacer el pedido, pero cuando está en la mesa, tu interés disminuye.
Por supuesto, si mientras comes comida a domicilio, te sientes culpable. Tu emoción se mantendrá. Porque en tu mente, la comida sigue estando en el espacio lejano.
Esta también es la razón por la que cuanto más evitas el dolor, más te sigue: porque en cierto modo, el "dolor" se ha convertido en la fuente de tu dopamina.
La razón por la que el estrés se vuelve adictivo es la misma.
De hecho, todos los cambios que deseas hacer cuando te sientes mal son una evasión del dolor, que lo llevan al "espacio lejano".
Incluso leer, viajar, hacer ejercicio, estos aparentemente saludables hábitos o pasatiempos son iguales.
No evadir significa enfrentar.
¿Qué haces cuando estás en un estado de calma y alegría?
Recuerda y tendrás la respuesta.
Cuando caminas, si tu interior está en calma, no cambiarás el acto de caminar: no harás nada en particular.
Puedes ir a comer, quizás pasear por el parque, pero no lo haces para cambiar tu experiencia emocional. Lo haces porque quieres hacerlo. Así de simple.
La alegría es igual.
Dejas que esos sentimientos ocurran en tu interior. Porque tú "los disfrutas".
Esto es enfrentar.
Deberías aprender a no hacer ningún cambio cuando el dolor llega.
Siente y experimenta. Así como experimentas la calma y la felicidad.
En este proceso, podrás experimentar genuinamente las reglas de tu mundo interior, que siempre son opuestas a la realidad.
En el mundo real, lo que enfrentas, desaparece.
Y en el mundo interior, solo lo que permites es lo que desaparecerá.
Porque solo al permitir, puedes mover las cosas del "espacio lejano" de tu interior al "espacio cercano".
Luego, perderá todo su poder que te hace sentir incapaz de resistir.
En realidad, muchas veces, la razón por la que nos quedamos atrapados en emociones negativas durante mucho tiempo no es por las emociones en sí, sino porque no vemos el mecanismo detrás de ellas. Una vez que comprendas, te reirás de ello:
En realidad, solo es una diferencia en cómo la mente procesa las cosas cercanas y lejanas.