Uno de los bancos más grandes de Portugal, Banco de Investimentos Globais (BiG), ha bloqueado las transferencias fiat dirigidas a plataformas de criptomonedas, llamando la atención sobre la cambiante postura del país hacia las actividades relacionadas con criptomonedas.
Hasta ahora, esto parece ser una decisión independiente de BiG, y otros bancos no han hecho anuncios similares.
¿Está cambiando la postura de Portugal sobre las criptomonedas?
A medida que MiCA entró en vigor hace más de una semana en la UE, la comunidad cripto esperaba que la regulación se volviera más clara en la región – para bien o para mal. Sin embargo, la claridad regulatoria sigue siendo el núcleo de esta controvertida decisión de BiG.
BiG citó el cumplimiento de las directrices del Banco Central Europeo, la Autoridad Bancaria Europea y el Banco de Portugal como la razón detrás de su decisión.
Además, el banco destacó su compromiso de cumplir con las regulaciones nacionales de prevención de lavado de dinero y financiamiento del terrorismo como parte de este cambio de política.
“Las criptomonedas son inevitables, los bancos están muertos, y estos abusos de poder solo harán que más personas se despierten para mover su riqueza en la cadena,” escribió un emprendedor criptográfico portugués, José Maria Macedo, sobre la decisión de BiG.
Mientras BiG ha adoptado esta postura restrictiva, otros importantes bancos portugueses, como Caixa Geral de Depósitos, continúan facilitando transferencias fiat a plataformas de criptomonedas. Esto sugiere que el enfoque de BiG aún no se ha convertido en un estándar en el sector bancario de Portugal.
Portugal, una vez considerado un paraíso fiscal de criptomonedas, ha ido cambiando gradualmente hacia una supervisión regulatoria más estricta. En 2023, el gobierno introdujo un impuesto sobre las ganancias de capital del 28% en las tenencias de criptomonedas a corto plazo. Esta decisión marcó un alejamiento de su enfoque anterior de laissez-faire.
“Mientras otros bancos portugueses siguen siendo amigables con las criptomonedas, BiG se queda solo con esto. Está ocurriendo justo después de los nuevos impuestos sobre criptomonedas de Portugal—28% sobre ganancias a corto plazo—que acaba de sacudir las cosas. Parece que más personas van a recurrir a DeFi ahora, ya que BiG los está empujando en esa dirección,” escribió Mario Nawfar en X (anteriormente Twitter).
La decisión de BiG refleja tendencias regulatorias más amplias en Europa, donde la Regulación de Mercados en Criptoactivos (MiCA) tiene como objetivo crear un marco unificado para las operaciones de activos digitales en la Unión Europea.
Sin embargo, las actitudes hacia las criptomonedas varían ampliamente entre los estados miembros de la UE.
Otros países de la UE cuentan una historia diferente
En la República Checa, el gobernador del banco nacional propuso recientemente agregar Bitcoin a las reservas de divisas del país. Lo describió como una estrategia de diversificación más que como una gran inversión.
En Francia, el gigante bancario BPCE planea ofrecer servicios de Bitcoin y otras criptomonedas en 2025 a través de su filial Hexarq, en cumplimiento con las regulaciones de MiCA.
Mientras tanto, Deutsche Bank en Alemania está introduciendo una solución de Capa 2 para abordar problemas de cumplimiento en blockchains públicas.
Al mismo tiempo, Suiza ha adoptado un enfoque distintivo. En 2024, el Banco Nacional Suizo expresó una preferencia por los activos tokenizados sobre las monedas digitales de bancos centrales (CBDCs).
El sector bancario suizo ha abrazado las criptomonedas de manera más abierta, con St. Galler Kantonalbank comenzando servicios de trading de Bitcoin y Ethereum para clientes en 2023.
Las restricciones de BiG destacan en contraste con estas tendencias europeas más amplias. El marco MiCA, implementado recientemente, ofrece a los bancos de la UE la garantía de que solo las plataformas de criptomonedas que cumplan con las normativas operarán en la región.
Esto convierte la decisión de BiG de restringir las transacciones de criptomonedas en Portugal en una excepción, ya que muchas instituciones financieras en Europa están explorando cada vez más oportunidades en activos digitales.