La reciente caída del precio de Bitcoin por debajo de $100,000 ha levantado cejas, sin embargo, refleja dinámicas más amplias del mercado. La criptomoneda cayó a $92,500, influenciada por un dólar estadounidense fortalecido mientras los inversores buscan estabilidad en medio de preocupaciones por la inflación y posibles retrasos en las tasas de la Reserva Federal. Este cambio ha hecho que las criptomonedas sean menos atractivas a corto plazo.
Además, las caídas en las acciones tecnológicas como Super Micro Computer y Micron Technology han impactado a Bitcoin, destacando su creciente conexión con los mercados tradicionales. A pesar de esta volatilidad, los analistas siguen siendo optimistas acerca del potencial a largo plazo de Bitcoin, prediciendo un repunte por encima de $150,000 a medida que aumenta la oferta de dinero global.