Según ChainCatcher, un estudiante de derecho holandés de 24 años fue arrestado en relación con una estafa de cifrado. El hombre, que se autodenomina "criptobanquero", provocó que unos 300 inversores perdieran hasta 4,5 millones de euros.

El hombre desapareció después de que fracasara un plan de comercio de criptomonedas y luego fue arrestado después de que sus víctimas proporcionaran nuevas pruebas. Continuó reclutando nuevos inversores, exigiendo al menos 5.000 euros para participar y llevándose el 50% de los beneficios. Los abogados dicen que el comportamiento se asemeja a un esquema Ponzi criptográfico.