Con el aumento de la atención global hacia la protección del medio ambiente y el desarrollo sostenible, en 2024 ya hay cada vez más proyectos de blockchain que comienzan a prestar atención al consumo de energía y a los problemas de emisiones de carbono. En 2025, la tecnología de blockchain verde se convertirá en una dirección importante de desarrollo en el mundo de las criptomonedas. Los principales proyectos de criptomonedas podrían adoptar mecanismos de consenso más ecológicos (como PoS, PoA, etc.) e invertir en aplicaciones de blockchain de energía renovable para hacer frente a la presión de las políticas ambientales globales y satisfacer la demanda social de una economía digital verde.