Coinbase ha asegurado una victoria legal significativa en su batalla en curso con la SEC, obteniendo aprobación para apelar preguntas legales clave a un tribunal superior. El 7 de enero, la jueza del distrito Katherine Polk Failla pausó el caso, permitiendo a Coinbase buscar claridad de un tribunal de apelaciones sobre si ciertos activos digitales en su plataforma califican como valores y si estas transacciones requieren un contrato de inversión bajo la prueba de Howey.
La apelación se centra en el argumento de Coinbase de que los tokens listados en su intercambio no cumplen con la definición legal de valores. La compañía sostiene que los emisores de tokens no están obligados a los compradores, fallando en una condición clave de la prueba de Howey. La jueza Failla reconoció que esta cuestión legal tiene fundamentos para interpretaciones diferentes y que resolverla podría agilizar el caso.
Paul Grewal, el Director Legal de Coinbase, expresó su agradecimiento por la decisión del tribunal, afirmando que el caso ahora procederá al Segundo Circuito. La pausa en los procedimientos impide más litigios en el tribunal de distrito hasta que concluya la apelación.
Esta decisión llega durante un período de transición para las regulaciones cripto en EE. UU. La administración entrante bajo el presidente electo Donald Trump podría señalar un cambio en la política cripto. El liderazgo de Gary Gensler en la SEC tuvo una postura agresiva contra las plataformas cripto, incluyendo Coinbase, con demandas dirigidas al comercio de valores no registrados. Sin embargo, Paul Atkins, que se espera liderará la SEC bajo la nueva administración, podría despriorizar los casos de aplicación iniciados bajo Gensler.
La SEC presentó originalmente su demanda contra Coinbase en 2023, alegando que al menos 13 tokens negociados en la plataforma deberían haber sido registrados como valores. A pesar del progreso inicial en 2024, algunas reclamaciones—como las que apuntan a los servicios de billetera de Coinbase—fueron desestimadas. Coinbase también ha criticado a la SEC por aprobar su listado público mientras posteriormente desafiaba la legalidad de sus operaciones.
Más allá de la sala del tribunal, Coinbase logró otro éxito regulatorio al obtener una licencia de los reguladores de Nueva York. Esta aprobación permite al intercambio introducir nuevos productos para los residentes de Nueva York, señalando un paso positivo en medio de tensiones regulatorias.
Además, Coinbase ha expresado preocupaciones sobre los supuestos esfuerzos federales para restringir a los bancos de interactuar con negocios de criptomonedas. Los críticos han denominado a esta campaña como “Operación Chokepoint 2.0,” acusando a los reguladores de apuntar injustamente al sector cripto.
Mientras tanto, el Congreso está considerando nueva legislación para establecer reglas más claras para los activos digitales. Los líderes de la industria están cabildeando por políticas que promuevan el crecimiento mientras equilibran la supervisión regulatoria. Aunque el caso de Coinbase podría potencialmente llegar a la Corte Suprema, su importancia a largo plazo podría disminuir si los legisladores promulgan regulaciones definitivas sobre criptomonedas.
En resumen, la aprobación de la apelación de Coinbase representa un momento crucial en la batalla legal con la SEC. El resultado podría establecer importantes precedentes legales para la industria cripto en EE. UU., moldeando el futuro de las regulaciones de activos digitales en el país.