Backpack Exchange anunció la adquisición de la rama europea de FTX por 32,7 millones de dólares, con el objetivo de controlar el mercado regulado de criptoderivados en Europa. El acuerdo le otorga una licencia MiFID II, lo que le permite ofrecer productos de derivados criptográficos perpetuos y se espera que sus servicios se lancen a principios de 2025.