Morgan Stanley en un informe de investigación señaló que, a medida que los inversores se preparan para la continua incertidumbre geopolítica, el llamado "comercio de depreciación" en oro y bitcoin seguirá "existiendo".
El banco indicó que, dado que los inversores tienden cada vez más a buscar herramientas para cubrir riesgos geopolíticos e inflación, el oro y bitcoin "parecen haberse convertido estructuralmente en componentes más importantes en las carteras de los inversores", citando "flujos de capital récord en el mercado de criptomonedas en 2024".
Morgan Stanley afirmó que el "comercio de depreciación" se refiere al aumento constante de la demanda de oro y bitcoin debido a múltiples factores (incluyendo la "incertidumbre geopolítica estructuralmente más alta desde 2022, la continua alta incertidumbre sobre las perspectivas de inflación a largo plazo, y las preocupaciones sobre la 'depreciación de la deuda' provocadas por los persistentes altos déficits gubernamentales en las principales economías", entre otros).