Michael Barr se va. El Vicepresidente de Supervisión de la Reserva Federal ha anunciado que dejará el puesto regulador más alto, efectivo el 28 de febrero. El momento es inconfundiblemente estratégico.

El presidente Donald Trump, de vuelta en el poder, no es exactamente conocido por tolerar la oposición, especialmente en la Fed. Mientras dejará su rol de supervisión, Barr planea quedarse como gobernador en la junta de la Fed hasta que termine su mandato en 2026.

Este tipo ha acosado tanto a los mercados de criptomonedas como a los de acciones.

Barr dejó clara su postura en una declaración cuidadosamente redactada. Sin nombrar directamente a Trump, dijo: “El riesgo de una disputa sobre el puesto podría ser una distracción de nuestra misión. En el entorno actual, he determinado que sería más efectivo sirviendo al pueblo estadounidense desde mi papel como gobernador.”

Wall Street celebra la salida de Barr

Wall Street no perdió tiempo en reaccionar. Las acciones de los bancos se dispararon casi inmediatamente después de que la renuncia de Barr se hiciera pública. El SPDR S&P Bank ETF, un índice para los gigantes de la industria, saltó más del 1%. Los inversores saben lo que esto significa: una oportunidad para que Trump nombre a un designado pro-criptomonedas y pro-bancos.

La salida de Barr también congela los proyectos regulatorios en curso de la Fed. Uno de los más importantes es el final de Basilea, un conjunto de reglas controvertidas destinadas a endurecer la supervisión bancaria. Ha sido un punto conflictivo para la industria, y con Barr dando un paso al lado, el progreso en estas reformas ahora está en pausa hasta que el elegido de Trump asuma.

El cargo de Vicepresidente de Supervisión no siempre existió. Se creó después de la crisis financiera de 2008, un momento en el que los jugadores más grandes de Wall Street caían como moscas. El mandato de Barr no estuvo exento de su propio drama.

En 2023, el Banco de Silicon Valley y un puñado de otros colapsaron, desencadenando una crisis que obligó a la Fed a intervenir con una instalación de liquidez especial para prevenir un colapso más amplio. Aunque el daño inmediato fue contenido, el episodio planteó preguntas sobre la capacidad de la Fed para prever y gestionar riesgos.

También fue un momento horrible para la industria de las criptomonedas. Como señaló la periodista de Fox Business Eleanor Terrett: “Barr fue considerado ampliamente como una gran parte de la razón por la que los bancos no han podido involucrarse y custodiar criptomonedas.”

La historia de Trump con la Fed

La relación de Trump con la Reserva Federal siempre ha sido... complicada. Durante su primer mandato, criticó a la Fed por aumentar las tasas de interés, incluso sugiriendo la idea de despedir a su presidente, Jerome Powell. Aunque eso no sucedió, la tensión entre Trump y el banco central fue una corriente constante.

Ahora, la independencia de la Fed está bajo escrutinio una vez más. La influencia más directa del presidente sobre la Fed proviene de su capacidad para nombrar gobernadores y asignar roles clave, incluido el presidente. Estos nombramientos requieren confirmación del Senado, pero con los republicanos controlando la cámara, Trump tiene más libertad para dar forma al liderazgo de la Fed.

El mandato de Powell como presidente termina en 2026, y Trump ya ha dicho que no lo despedirá. El mandato de Powell como gobernador dura hasta 2028, pero para entonces, Trump probablemente habrá dejado su huella en el órgano de formulación de políticas de la Fed. Se avecina otra vacante en enero de 2026, cuando termine el mandato de la Gobernadora Adriana Kugler. Estos cambios le darán a Trump una gran oportunidad para dirigir la Fed en su dirección.

Durante su campaña, Trump caminó una línea delicada, diciendo que creía que los presidentes no deberían interferir con la política monetaria, pero también insistiendo en que el presidente debería tener alguna influencia. Ya ha dejado claro que quiere que la Fed esté más alineada con su visión económica orientada al crecimiento y de baja regulación.

¿Puede Trump despedir a Jerome Powell de inmediato? Es complicado. La Ley de la Reserva Federal permite al presidente destituir a los miembros de la junta “por causa”, pero los académicos legales dicen que es un umbral alto, que típicamente involucra mala conducta o abuso de poder.

Sin embargo, destituir a Powell como presidente no significa que perdería su puesto como gobernador. E incluso si Trump le quita la presidencia, Powell aún podría liderar el comité de fijación de tasas de la Fed, un cargo elegido por sus miembros, no por el presidente.

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