Los inversores están recurriendo cada vez más al oro y al Bitcoin como una cobertura contra las incertidumbres geopolíticas e inflacionarias, según un reciente informe de JPMorgan. El "comercio de devaluación" en estos activos está ganando impulso, impulsado por las preocupaciones sobre los déficits gubernamentales y la inflación persistente. Inversores institucionales, como Paul Tudor Jones, están apostando por Bitcoin, mientras que los estados de EE. UU. también lo están añadiendo a sus carteras. Notablemente, los futuros de Bitcoin y los ETF han visto entradas significativas, lo que indica un creciente interés tanto de inversores institucionales como minoristas. Esta tendencia podría llevar a un aumento en el precio de Bitcoin para 2025.