Todos los mercados pasan por ciclos de expansión y contracción. Cuando un mercado está en una fase de expansión (un mercado alcista), hay un clima de optimismo, creencia y codicia. Típicamente, estas son las principales emociones que llevan a una fuerte actividad de compra.

Es bastante común ver una especie de efecto cíclico o retroactivo durante los ciclos del mercado. Por ejemplo, el sentimiento se vuelve más positivo a medida que los precios suben, lo que luego provoca que el sentimiento se vuelva aún más positivo, llevando al mercado aún más alto.

A veces, un fuerte sentido de codicia y creencia se apodera del mercado de tal manera que puede formarse una burbuja financiera. En tal escenario, muchos inversores se vuelven irracionales, perdiendo de vista el valor real y comprando un activo solo porque creen que el mercado continuará subiendo.

Se vuelven codiciosos y sobreestimulan por el impulso del mercado, esperando obtener ganancias. A medida que el precio se extiende excesivamente hacia arriba, se crea el máximo local. En general, esto se considera el punto de máximo riesgo financiero.

En algunos casos, el mercado experimentará un movimiento lateral durante un tiempo a medida que los activos se venden gradualmente. Esto también se conoce como la etapa de distribución. Sin embargo, algunos ciclos no presentan una etapa de distribución clara, y la tendencia a la baja comienza poco después de que se alcanza el máximo.

Tendencia a la baja

Cuando el mercado comienza a girar en la otra dirección, el estado de euforia puede convertirse rápidamente en complacencia, ya que muchos traders se niegan a creer que la tendencia alcista ha terminado. A medida que los precios continúan cayendo, el sentimiento del mercado se mueve rápidamente hacia el lado negativo. A menudo incluye sentimientos de ansiedad, negación y pánico.

En este contexto, podemos describir la ansiedad como el momento en que los inversores comienzan a cuestionar por qué el precio está cayendo, lo que pronto conduce a la etapa de negación. El período de negación se caracteriza por un sentido de inaceptación. Muchos inversores insisten en mantener sus posiciones perdedoras, ya sea porque "ya es demasiado tarde para vender" o porque quieren creer que "el mercado volverá pronto."

Pero a medida que los precios caen aún más, la ola de ventas se vuelve más fuerte. En este punto, el miedo y el pánico a menudo conducen a lo que se llama una capitulación del mercado (cuando los tenedores se rinden y venden sus activos cerca del mínimo local).

Eventualmente, la tendencia a la baja se detiene a medida que la volatilidad disminuye y el mercado se estabiliza. Típicamente, el mercado experimenta movimientos laterales antes de que surjan nuevamente sentimientos de esperanza y optimismo. Este período lateral también se conoce como la etapa de acumulación.