#Chinacrises

Los desafíos económicos de China se están volviendo más severos, lo que indica una posible recesión inminente. El rendimiento de los bonos gubernamentales a 10 años ha caído por debajo del 1,60% por primera vez en la historia, lo que refleja la preocupación de los inversores y la profundización de la incertidumbre económica. Mientras que los rendimientos de los bonos estadounidenses están aumentando, los de China se están desplomando, creando una marcada brecha de 296 puntos básicos. Esto significa que los bonos estadounidenses ahora ofrecen rendimientos casi un 3% más altos que sus contrapartes chinas, una clara indicación de la cautela de los inversores respecto de la estabilidad financiera de China.

El país está lidiando con una deflación, que tiene un impacto mucho más dañino que la inflación, ya que conduce a una reducción de las ganancias, un estancamiento de los salarios y una desaceleración del crecimiento. Sumado a esto, el sector inmobiliario se ha derrumbado, eliminando una asombrosa cantidad de 18 billones de dólares en riqueza desde 2021. Las ventas de viviendas han caído más del 50% en tres años, una caída que supera incluso la crisis financiera de 2008 en los EE. UU. La deuda del sector privado en China se ha disparado más del 200% del PIB, superando los niveles observados durante la crisis financiera de 2008, lo que pone de relieve las crecientes presiones financieras.

A pesar de los esfuerzos de China por estabilizar la economía mediante medidas de estímulo, como la reducción de los requisitos de reserva y de las tasas hipotecarias, la respuesta ha sido insuficiente. Con un déficit presupuestario proyectado del 4% del PIB en 2025, el gobierno se ve obligado a romper el límite autoimpuesto para mantener la estabilidad económica. Al mismo tiempo, China enfrenta desafíos externos: el expresidente Trump amenaza con imponer aranceles elevados a los productos chinos, lo que podría paralizar su economía, que depende del comercio.

Como medida de protección contra la incertidumbre, China ha aumentado sus compras de oro, lo que indica una falta de confianza en otras estrategias de recuperación. Si bien una parte de su población ha pasado a la clase media, más de la mitad del país aún enfrenta inseguridad económica. Las implicaciones globales también son de largo alcance, ya que los mercados de todo el mundo se preparan para los efectos dominó de la turbulencia financiera de China. Con el escepticismo en torno a la emisión de bonos especiales del tesoro por 411.000 millones de dólares de China en 2025, el camino hacia la recuperación sigue siendo incierto.

#China #binance #Write2Earn! #2025WithBinance