El Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés) ha anunciado el aplazamiento de las nuevas normas de declaración de impuestos sobre criptomonedas hasta el 1 de enero de 2026, lo que da a los corredores de activos digitales más tiempo para adaptarse a los requisitos reglamentarios. Este retraso representa una respuesta a las preocupaciones sobre la preparación actual de las plataformas centralizadas para gestionar las nuevas normas.
Nuevas reglas fiscales para las criptomonedas: el aplazamiento del IRS
Las regulaciones previstas originalmente para 2025 tienen como objetivo mejorar la transparencia fiscal de las transacciones de criptomonedas. Se suponía que los corredores debían determinar e informar la base de costos de los activos digitales que poseen y venden en sus plataformas.
La base de costo es un elemento clave para calcular la ganancia o pérdida resultante de la venta de cripto. En ausencia de una elección explícita por parte de los inversores, el método contable por defecto habría sido FIFO (Primero en entrar, primero en salir), que considera la primera unidad comprada como la primera vendida.
El aplazamiento hasta 2026 fue motivado por las siguientes razones:
Preparación insuficiente de los corredores: Muchas plataformas centralizadas carecen de la infraestructura para soportar métodos de identificación específicos, lo que permitiría a los inversores seleccionar qué unidades de cripto vender.
Complejidad de los requisitos técnicos: Implementar sistemas para calcular y reportar la base de costo requiere actualizaciones significativas en las plataformas tecnológicas, con altos costos y tiempos de desarrollo.
Mayor claridad regulatoria: El aplazamiento permite al IRS trabajar más en las reglas, abordando cualquier ambigüedad regulatoria y simplificando el proceso para corredores y contribuyentes.
Implicaciones para corredores e inversores
El retraso ofrece ventajas tanto a corredores como a inversores:
Para los corredores: un año adicional para desarrollar sistemas que aseguren el cumplimiento con los nuevos requisitos fiscales. Esto es particularmente importante para las plataformas que aún no cuentan con las tecnologías necesarias para rastrear con precisión la base de costo.
Para los inversores: más tiempo para planificar estrategias contables que optimicen el tratamiento fiscal de las transacciones cripto. Los inversores pueden elegir entre métodos contables alternativos (por ejemplo, LIFO – Último en entrar, primero en salir), si son respaldados por los corredores.
En los últimos meses, el IRS ha introducido medidas adicionales para fortalecer la regulación fiscal de cripto:
Junio 2024: Se han establecido nuevos regímenes fiscales para cripto transacciones. Las reglas relacionadas con DeFi (finanzas descentralizadas) y billeteras no custodiales han sido temporalmente pospuestas para revisiones adicionales.
Agosto 2024: El IRS ha publicado una versión actualizada del formulario fiscal 1099-DA, simplificando el reporte de cripto transacciones y mejorando la privacidad, por ejemplo, eliminando direcciones de billetera e IDs de transacciones.
Diciembre 2024: Las reglas fiscales para los corredores de DeFi han sido finalizadas, alineándolas con los estándares tradicionales para activos. Este cambio tiene como objetivo facilitar el cumplimiento fiscal para los contribuyentes.
Qué esperar para el futuro
El aplazamiento de las reglas fiscales hasta 2026 no disminuye la importancia del cumplimiento para los inversores y corredores de cripto.
Con la creciente atención del IRS hacia el sector, es probable que se introduzcan más medidas para garantizar que las transacciones digitales sean completamente rastreables y gravadas adecuadamente.
Se anima a los inversores a monitorear de cerca los desarrollos regulatorios y consultar a asesores fiscales para prepararse para los próximos cambios. Mientras tanto, los corredores deben utilizar el tiempo adicional para actualizar sus sistemas y asegurarse de que estén listos para cumplir con los nuevos estándares para 2026.
Con estas nuevas reglas, el IRS busca construir un ecosistema cripto más transparente y conforme, reduciendo la evasión fiscal y armonizando el tratamiento de las transacciones digitales con otros instrumentos financieros.