Donald Trump está a punto de ser investido nuevamente, y el mercado cripto ya cuenta sus victorias. Bitcoin cerró 2024 con una ganancia del 120%, rompiendo sus propios récords para alcanzar los $108,315 a mediados de diciembre.

Claro, bajó un poco después de eso, pero no pretendamos que alguien esté llorando por una caída del 3.2% cuando las ganancias del año fueron tan buenas. Los inversores institucionales han estado recalibrando sus carteras, y los traders minoristas están entrando más rápido que nunca.

Algunos realmente esperan que Bitcoin alcance los $500,000 este año, y aunque esos números puedan parecer salvajes, el impulso es difícil de ignorar. La criptografía ya ha sobrevivido a tres ciclos de auge y caída, entonces, ¿qué le detiene de romper nuevo terreno en un clima político que probablemente será el más amigable con las criptomonedas que hemos visto?

El control institucional de Bitcoin se intensifica

Diciembre vio una salida de $1.8 mil millones de fondos cotizados en bolsa (ETFs) de Bitcoin en EE. UU. ¿Por qué? Toma de ganancias. El rally provocado por Trump ya había llevado a Bitcoin a alturas vertiginosas, y los inversores estaban ansiosos por cobrar mientras las cosas estaban bien.

El interés abierto en futuros de Bitcoin en el CME Group, con sede en Chicago, también cayó casi un 20% desde su pico. “La adopción de Bitcoin por una amplia gama de instituciones estabilizará los movimientos al contado y alineará la volatilidad más cerca de las acciones”, dijo QCP Capital.

“Con BTC ahora adoptado ampliamente por un amplio espectro de instituciones—agregando fondos de dotación universitaria a la lista este año—las asignaciones probablemente aumenten, fortaleciendo la dominancia de Bitcoin, estabilizando los movimientos al contado y cambiando la dinámica de la volatilidad más cerca de las acciones.”

El mayor dolor de cabeza de la industria siempre ha sido la incertidumbre legal, pero si la administración Trump proporciona la claridad que los inversores desean, el flujo de capital entre los mercados tradicional y cripto podría explotar. Imagina que Bitcoin se vuelva tan aburridamente estable como las acciones de primera línea—no en precio, sino en cómo las instituciones lo tratan. Ese es el sueño, y 2025 podría hacerlo realidad.

Soluciones de blockchain listas para despegar

  • Identidades Digitales Descentralizadas (DDIs): El sueño es simple: almacenar todos tus datos personales en una blockchain en forma encriptada, donde solo tú decides quién puede verlos. Proyectos como Polygon ID y World ID ya están en el juego, pero 2025 podría ser el año en que registren millones de usuarios. Si lo logran, las DDIs podrían interrumpir todo, desde transacciones financieras hasta autenticación en línea. No más entregar tu historia de vida a bases de datos centralizadas que filtran tus datos cada dos semanas.

  • Oráculos: Si las DDIs se tratan de controlar tus datos, los oráculos se tratan de confiar en los datos que se te proporcionan. Plataformas como Chainlink y Band ya han demostrado su valor en ecosistemas cripto, pero siguen siendo nicho. 2025 podría cambiar eso. Imagina que los oráculos se conviertan en la fuente de referencia para información verificable y confiable en línea. No más tonterías de “solo confía en nosotros” de los medios tradicionales o agencias gubernamentales. En su lugar, obtienes datos respaldados por garantías financieras, donde la fuente paga si se equivoca.

  • Pruebas de Conocimiento Cero (ZKPs): Las ZKPs han estado presentes durante años, pero finalmente están saliendo de las sombras. Estas maravillas matemáticas te permiten probar que algo es cierto sin mostrar realmente los datos. Las bolsas de criptomonedas comenzaron a usar ZKPs para probar la solvencia en 2023, pero su potencial va mucho más allá de eso. En 2025, podríamos ver ZKPs utilizados para todo, desde verificar las políticas de edad de las plataformas de redes sociales hasta demostrar la integridad de la cadena de suministro, especialmente con guerras comerciales esperadas.

El romance de la criptografía con la IA y los cuellos de botella de hardware

La inteligencia artificial y la criptografía son como dos caras de la misma moneda. La IA necesita datos confiables para tomar decisiones, y la criptografía puede proporcionarlos. Piensa en oráculos y ZKPs alimentando información a prueba de balas en sistemas de IA.

Por otro lado, la IA puede potenciar la adopción de criptomonedas al automatizar procesos complejos y hacer que el ecosistema sea más amigable para el usuario.

Pero aquí está el truco: toda esta tecnología necesita hardware, y mucho. La criptografía consume mucha potencia de cálculo, al igual que la IA. Ya estamos viendo escasez de chips y cuellos de botella en los centros de datos, y el problema no desaparecerá.

Los gobiernos podrían intervenir para regular quién tiene acceso a estos recursos, lo que podría crear ganadores y perdedores en el mundo cripto. ¿Acumulará Amazon todos los chips para sus propios proyectos? ¿Sobrevivirán los centros de datos independientes? Estas son las preguntas que definirán la trayectoria de la industria.

No olvidemos el tema de la energía. Los críticos de la criptografía aman insistir en su consumo de electricidad, y no están del todo equivocados. Pero con más capital fluyendo hacia proyectos de energía renovable y operaciones de minería eficientes, la industria está encontrando formas de adaptarse. El uso de energía renovable de Bitcoin actualmente se sitúa en más del 56%.