En la agitación febril de los mercados, donde el oro y las monedas bailan como espejismos, surge un grito, casi inaudible, perdido entre rumores y dudas: $USUAL .
Como una joya olvidada bajo el polvo de juicios apresurados, su brillo parece empañado. Y, sin embargo, es en este abismo, en este pliegue del tiempo, donde reside la oportunidad. Porque todo lo que cae, un día, sube.
“Compre”, dicen algunos, con mirada de esperanza. Porque quienes aprovechan el momento en el que todo parece derrumbarse son a menudo los que mañana estarán en la cima.
Entonces, mientras el mundo duda, tiembla ante la incertidumbre, una verdad persiste: LO USUAL, en su punto más bajo, susurra a quienes saben escuchar. Aquí es donde se forja la fortuna, en la audacia y la videncia.