En respuesta a una solicitud formal del parlamentario Satoshi Hamada, el gobierno japonés emitió un comunicado oficial reiterando su postura de no adoptar Bitcoin como parte de sus reservas de divisas. A pesar de la creciente popularidad de las criptomonedas a nivel global, el país asiático mantiene una postura conservadora hacia estos activos digitales.

La decisión del gobierno japonés se basa en la alta volatilidad del Bitcoin y la falta de un marco legal sólido para la inclusión de criptomonedas en sus reservas oficiales. El Fondo Especial para Divisas, responsable de gestionar las reservas del país, está legalmente restringido a operaciones con monedas fiduciarias tradicionales, como el dólar estadounidense y el euro.

La cautela de Japón contrasta con la postura de otros países que han explorado la posibilidad de utilizar criptomonedas como reserva de valor. Sin embargo, el gobierno japonés sostiene que la prioridad es mantener la estabilidad financiera y la seguridad económica del país, y que la inclusión de activos digitales altamente volátiles en sus reservas podría comprometer estos objetivos.

La decisión del gobierno japonés demuestra la importancia de un debate cuidadoso sobre la regulación y el uso de las criptomonedas. Aunque Bitcoin se ha consolidado como una reserva de valor en algunas regiones, la mayoría de los países aún mantienen una postura cautelosa hacia estos activos digitales. Japón, en este sentido, sirve como ejemplo de un país que prioriza la estabilidad financiera y la seguridad económica en sus decisiones de política monetaria.