30 de diciembre de 12
El destino de una persona no está completamente predeterminado, se necesita mantener una fe firme y un esfuerzo constante, creer en el propio potencial, creer que el destino lo decide uno mismo.
Despertar el corazón en un mundo inquieto, continuar acumulando virtudes y haciendo el bien, y hacerlo con sinceridad en el proceso de hacer el bien, no con un propósito egoísta de obtener beneficios. Así se puede lograr el objetivo de cambiar el destino.
Cada uno de nosotros tiene errores y defectos, debemos reflexionar proactivamente, enfrentar a nosotros mismos, establecer un sentido de vergüenza, entender lo que debemos hacer y lo que no debemos hacer. Buscar y descubrir nuestros errores y deficiencias, aclarar nuestras ideas. Permitirnos realmente hacer un cambio. Solo al actuar de manera concreta, se puede obtener un verdadero crecimiento a partir de pequeños cambios, paso a paso cambiar el destino