La última ley de presupuesto de Italia introduce un cambio significativo en la tributación de las criptomonedas, imponiendo un impuesto del 26% sobre las ganancias cripto. Este movimiento elimina la exención anterior de 2,000 €, marcando un enfoque estricto hacia la regulación de criptomonedas. Se anticipa que la decisión enfrentará protestas de la comunidad cripto, que ve esto como un desincentivo a la innovación y la inversión en el sector. La nueva política fiscal refleja una tendencia creciente entre los gobiernos de endurecer el control sobre los activos digitales, lo que genera preocupaciones sobre el futuro crecimiento y adopción de criptomonedas en Europa.