En 2024, las estafas vinculadas a las criptomonedas costarán a los franceses alrededor de 500 millones de euros, con un aumento notable de las víctimas, pasando del 1,2% en 2021 al 3,2% este año.
Los estafadores están utilizando técnicas cada vez más sofisticadas, incluida la inteligencia artificial, para robar identidades y hacer creíbles sus estafas. Las promesas de rendimientos extravagantes sirven de cebo, como lo demuestra el caso “OmegaPro”, en el que se incautaron 268 millones de euros en activos delictivos.
Ante esta creciente amenaza, las autoridades francesas han intensificado sus esfuerzos: desde 2022, 5.000 entidades no autorizadas han sido incluidas en la lista negra y cerca de 350 sitios fraudulentos han sido bloqueados. También se han lanzado campañas de información nacionales para concienciar al público sobre los riesgos asociados a las inversiones en criptomonedas.
Es fundamental permanecer atento a las promesas de beneficios rápidos y comprobar siempre la legitimidad de las plataformas de inversión antes de comprometerse.