Según Cointelegraph, el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) ha propuesto estandarizar el tamaño de bloque y clave para el Estándar de Cifrado Avanzado (AES) a 256 bits. Esta medida está impulsada por el creciente volumen de datos procesados por las aplicaciones y la creciente demanda de operaciones intensivas en datos. Actualmente, AES, derivado de la familia de cifrado de bloques Rijndael, utiliza un tamaño de bloque de 128 bits con longitudes de clave de cifrado de 128, 192 o 256 bits. Mejorar las longitudes de las claves de cifrado se considera una medida para garantizar la seguridad cuántica, siempre que estas longitudes excedan la cantidad de bits que una computadora cuántica puede factorizar y descifrar.
La urgencia de desarrollar criptografía resistente a la tecnología cuántica se ha intensificado tras la presentación por parte de Google de su procesador cuántico Willow. Según se informa, este procesador resuelve problemas computacionales en cinco minutos que a los ordenadores tradicionales basados en sistemas binarios les llevaría una cantidad astronómica de tiempo descifrar. A pesar de este salto en potencia de procesamiento, los ordenadores cuánticos se enfrentan a limitaciones de diseño, como la cantidad de cúbits necesarios para la corrección de errores, que actualmente les impiden romper los estándares de cifrado modernos. El cofundador de Ethereum, Vitalik Buterin, ha abordado la necesidad de redes criptográficas a prueba de tecnología cuántica, sugiriendo la abstracción de cuentas como una posible solución en la hoja de ruta de Ethereum. Sin embargo, señaló que los ordenadores cuánticos que plantean riesgos significativos para el cifrado aún están a décadas de distancia.
En un desarrollo relacionado, la Autoridad Monetaria de Singapur (MAS) y el Banco de Francia (BDF) llevaron a cabo una prueba de criptografía poscuántica en noviembre. Este experimento implicó proteger los correos electrónicos de Microsoft Outlook utilizando computación poscuántica para firmar digitalmente los correos electrónicos. Además, se han propuesto soluciones basadas en hash y resistentes a la tecnología cuántica para brindar seguridad a los sistemas que dependen de algoritmos de firma digital de curva elíptica (ECDSA). A pesar de estos avances, el cofundador y director ejecutivo de Blockstream, Adam Back, expresó su escepticismo sobre la implementación práctica de esquemas basados en hash, lo que sugiere que la investigación poscuántica seguirá evolucionando en los años previos a la supremacía cuántica.