Con la llegada del año 2025, el escenario de la minería de criptomonedas continúa transformándose. Aunque la actividad ya no es tan sencilla como en los primeros años de Bitcoin, sigue siendo una alternativa interesante para quienes desean adquirir activos digitales sin comprarlos directamente en un intercambio.
La pregunta es: ¿qué monedas valdría la pena extraer en este nuevo contexto?
En los últimos años, factores como el coste de la electricidad, la necesidad de equipos cada vez más potentes y los cambios en los algoritmos de consenso han convertido la elección de la criptomoneda en un punto clave. En 2025, cualquiera que quiera entrar en este juego (o permanecer en él) deberá estar atento a las tendencias, el equilibrio entre riesgo y rentabilidad y las características únicas de cada activo.
A continuación, te presentamos cinco criptomonedas que merecen tu atención en el escenario de la minería en 2025. Así como lo hicimos en el 2024, destacamos que cada una de ellas tiene sus particularidades, requisitos de hardware y ventajas potenciales. en el largo plazo.
1. Bitcoin (BTC)
No hay forma de ignorar Bitcoin, incluso con una competencia cada vez mayor. A pesar de ser el activo más competitivo y el más difícil de extraer, Bitcoin sigue siendo el “oro digital” del mercado criptográfico. Para 2025, la minería BTC requerirá equipos ASIC de última generación, ya que las máquinas más antiguas se han vuelto ineficientes ante las dificultades en constante aumento.
¿Por qué todavía vale la pena considerar Bitcoin? La razón principal es la solidez del activo. Aunque el costo de operación es alto, BTC mantiene su posición como la criptomoneda más conocida y comercializada del mundo. Si el precio de Bitcoin se mantiene por encima de los costos de minería, el minero puede obtener rendimientos consistentes, especialmente si tiene acceso a energía barata o fuentes renovables.
Además, los ciclos de reducción a la mitad (eventos que reducen a la mitad las recompensas en bloque cada cuatro años) ayudan a mantener la escasez del activo. En 2025, después de la reducción a la mitad de 2024, la recompensa del bloque disminuyó, lo que hizo que BTC fuera aún más raro. Esta dinámica tiende a sostener el valor de Bitcoin a largo plazo, beneficiando a quienes pueden minar de manera eficiente.
2. Monero (XMR)
Si Bitcoin requiere equipos muy caros y especializados, Monero sigue una línea diferente. Centrado en la privacidad y la descentralización, XMR está diseñado para ser resistente a los ASIC, favoreciendo a quienes minan con CPU o GPU. Esto convierte a Monero en una opción interesante para aquellos que no quieren (o no pueden) invertir mucho en máquinas mineras específicas.
En 2025, Monero seguirá siendo atractivo por su sólida comunidad y su compromiso con la privacidad de las transacciones. La criptomoneda utiliza el algoritmo RandomX, que sigue favoreciendo la minería por parte de usuarios comunes. Esto significa que si tienes una buena computadora con una CPU de alto rendimiento o una GPU decente, puedes participar en la red sin verte eclipsado por grandes granjas mineras.
La emisión continua de cola de Monero garantiza que la red continúe recompensando a los mineros a lo largo del tiempo, en lugar de reducir drásticamente las recompensas. Esto crea un incentivo constante para quienes deseen contribuir a la seguridad de la red, manteniendo a XMR entre las mejores opciones para los mineros independientes.
3. Litecoin (LTC)
Si Bitcoin es “oro digital”, Litecoin fue diseñado para ser “plata digital”: transacciones más rápidas y costos más bajos. Minar LTC en 2025 aún podría ser una buena idea, especialmente si tienes acceso a ASIC compatibles con Scrypt, el algoritmo utilizado por Litecoin.
Al igual que Bitcoin, Litecoin ha pasado por eventos de reducción a la mitad, reduciendo la emisión de nuevas monedas con el tiempo. Esto tiende a mantener un cierto equilibrio entre oferta y demanda. Aunque la competencia entre los mineros de LTC es menor que en BTC, aún se recomienda unirse a grupos de minería para aumentar sus posibilidades de obtener recompensas constantes.
La estabilidad y relevancia histórica de LTC hacen que siga atrayendo la atención. Es un activo ampliamente cotizado en bolsas, con buena liquidez, lo que facilita la conversión de recompensas mineras en otras monedas o efectivo, si es necesario.
4. Zcash (ZEC)
Zcash ha ganado fama por ofrecer una mayor privacidad en las transacciones utilizando tecnología de prueba de conocimiento cero (zk-SNARK). En 2025, sigue siendo una opción atractiva para quienes buscan minar con una GPU, ya que el algoritmo Equihash permite que las tarjetas gráficas sean competitivas.
Aunque también existen ASIC para Zcash, el ecosistema todavía presenta muchos mineros de GPU. Esto crea un entorno un poco más democrático, especialmente para aquellos que ya tienen una buena tarjeta gráfica y quieren diversificarse más allá de Monero. Además, ZEC sigue desempeñando un papel importante en el debate sobre la privacidad en el sector criptográfico, lo que podría atraer a más partes interesadas.
La recompensa en bloque de Zcash se ha reducido con el tiempo, pero la moneda mantiene un nicho sólido. Si aumenta la demanda de soluciones de privacidad (algo plausible en un mundo cada vez más preocupado por la vigilancia y la protección de datos), la minería ZEC podría resultar rentable.
5. Ethereum Classic (ETC)
Con la transición de Ethereum a Prueba de participación en años anteriores, Ethereum Classic se convirtió en un refugio para los mineros que anteriormente dirigían su poder de hashing a ETH. ETC se mantuvo en el modelo Proof of Work, manteniendo la posibilidad de minar vía GPU (y, en algunos casos, ASIC específicos).
En 2025, Ethereum Classic es una opción sólida para aquellos que ya han invertido en plataformas GPU y quieren extraer un activo que todavía tiene relevancia y liquidez. La estabilidad de ETC, combinada con su compromiso con PoW, garantiza un entorno predecible para los mineros que buscan evitar la prisa por conseguir el hardware más reciente y caro cada año.
La integración de ETC con la comunidad heredada de Ethereum y el ecosistema dApp es aún menor que la del ETH original, pero Ethereum Classic ha estado tratando de fortalecer su ecosistema. Si este esfuerzo produce resultados, la demanda de ETC podría aumentar, mejorando la rentabilidad minera.
Consejos para la minería en 2025
Además de elegir la moneda adecuada, es fundamental analizar algunos puntos clave para tener éxito:
Costos de energía: El precio de la electricidad es uno de los principales factores que determinan las ganancias mineras. Quienes tienen acceso a energía más barata o a fuentes renovables salen ganando.
Hardware adecuado: antes de elegir criptografía, verifique los requisitos. Bitcoin y Litecoin requieren ASIC, Monero y Zcash pueden funcionar bien con CPU/GPU. ETC también es compatible con GPU, pero los ASIC pueden ser más eficientes.
Grupos de minería: a menos que tenga un poder de hash muy alto, unirse a un grupo de minería es casi obligatorio. Los pools aumentan la regularidad en las recompensas, lo que reduce la incertidumbre.
Análisis de mercado: esté atento a los precios de las monedas, las tendencias de adopción y los anuncios de asociaciones o actualizaciones. Estos factores pueden afectar la rentabilidad.
Mantenimiento y refrigeración: Los equipos mineros generan calor y necesitan mantenimiento. Asegure una buena ventilación y mantenga un cronograma para revisar el hardware.
Ganar criptomonedas mediante minería en 2025 es posible (y rentable)
En 2025, la minería de criptomonedas seguirá siendo un desafío complejo. Encontrar el equilibrio entre costo, dificultad, elección del hardware y la perspectiva de apreciación de la moneda no es una tarea sencilla. Aún así, Bitcoin sigue siendo el buque insignia, Monero y Zcash ofrecen alternativas viables para equipos más modestos, Litecoin mantiene relevancia y Ethereum Classic sirve como refugio para los mineros de GPU.
Al evaluar cuidadosamente cada opción y adaptar su estrategia a las condiciones del mercado, tiene la oportunidad de convertir la minería en una actividad rentable y gratificante. Sin embargo, recuerde: el sector criptográfico es dinámico. Lo que es viable en 2025 puede no ser tan atractivo en 2026, así que esté atento a los cambios y oportunidades constantes.
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