El recién elegido presidente estadounidense, Donald Trump, pide que todo el Bitcoin restante se extraiga en Estados Unidos, pero los expertos dicen que los desafíos prácticos, como la competencia global y la naturaleza descentralizada del Bitcoin, pueden hacer que este objetivo sea casi imposible.
En junio, Trump se reunió con ejecutivos de empresas mineras de Bitcoin con sede en Estados Unidos en Mar-a-Lago, donde discutieron el potencial de creación de empleo y una mayor integración del valor energético en la industria minera de Bitcoin. A la reunión asistieron representantes de importantes empresas como Riot Platforms, MARA Holdings, TeraWulf, CleanSpark y Core Scientific.
Después de la reunión, Trump compartió en Truth Social:
“La hostilidad de Biden hacia Bitcoin sólo beneficia a China, Rusia y la izquierda comunista radical. ¡¡¡Queremos que todos los Bitcoin restantes se produzcan en Estados Unidos !!! Eso nos ayudará a convertirnos en una potencia energética”.
Después de la declaración anterior, Trump continuó enfatizando su compromiso con la minería de Bitcoin en los Estados Unidos. En reuniones posteriores, afirmó que si las criptomonedas realmente tuvieran el objetivo de dar forma al futuro, esperaba que la minería de Bitcoin se hiciera directamente en suelo estadounidense.
Sin embargo, muchos expertos del sector todavía se muestran escépticos sobre la viabilidad de este objetivo.
Ethan Vera, director ejecutivo de Luxor Technology, con sede en Seattle, una empresa que proporciona software y servicios a los mineros de Bitcoin, compartió:
"Esta es una declaración al estilo Trump, pero la realidad no es tan simple".
Dado que aproximadamente el 94 % de los 21 millones de Bitcoins ya han sido minados, controlar la producción futura de Bitcoin será muy difícil.
Además, según Taras Kulyk, director ejecutivo de Synteq Digital, la competencia global está aumentando, lo que dificulta que Estados Unidos domine por completo la industria minera de Bitcoin. Actualmente, los mineros con sede en EE. UU. representan menos del 50% de la potencia informática global total utilizada para la minería de Bitcoin.
Mientras tanto, países como China, Kazajstán y Rusia, que se benefician de bajos costos energéticos y poca supervisión, se han convertido en importantes centros mineros de Bitcoin.
Recientemente, Rusia introdujo un marco legal para la industria minera de Bitcoin, reconociéndola como una actividad económica legítima. La nueva ley, firmada por el presidente Vladimir Putin, permite a organizaciones e individuos participar en la minería de Bitcoin, creando un entorno más favorable para la industria.
La naturaleza descentralizada de Bitcoin también permite a los mineros de todo el mundo participar en la validación de transacciones y la creación de nuevos Bitcoins. Los países con fuentes de energía baratas, especialmente los mercados emergentes de África como Etiopía, se están convirtiendo gradualmente en lugares atractivos para las actividades mineras.
Trump, en campañas anteriores, ha propuesto aranceles elevados a los bienes importados de China, alegando que estas medidas protegerían la industria y los empleos en Estados Unidos. Si se imponen estos aranceles, aumentarán los costos para los mineros de Bitcoin estadounidenses, que dependen de equipos de minería importados de China.
Esto podría crear dificultades para los mineros estadounidenses, ya que los costos operativos aumentarían, colocándolos en desventaja para competir con otros países con costos más bajos.
https://tapchibitcoin.io/khai-thac-toan-bo-bitcoin-con-lai-tai-hoa-ky-khong-kha-thi.html