Las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024 marcaron un momento crucial para la industria de las criptomonedas. Con un presidente electo que ha declarado su visión de convertir a Estados Unidos en el centro global de la tecnología blockchain, las criptomonedas y la inteligencia artificial, el escenario está listo para una era transformadora.
Junto con un Congreso que ahora incluye más de 290 miembros pro-criptomonedas, la industria se encuentra respaldada por un gobierno pro-criptomonedas.
Este nuevo apoyo podría consolidar a Estados Unidos como líder en tecnología e innovación. Sin embargo, el camino que queda por delante requiere no sólo entusiasmo, sino también políticas cuidadosamente diseñadas que equilibren la regulación, la innovación y las oportunidades económicas.
La prioridad #1
Prevenir acciones perjudiciales por parte de actores maliciosos debería seguir siendo un objetivo central de las iniciativas regulatorias. Sin embargo, las estrategias impulsadas por la aplicación de la ley adoptadas durante la administración Biden a menudo enturbiaron las líneas regulatorias, consumieron importantes recursos de los contribuyentes y costaron a las empresas estadounidenses más de 400 millones de dólares, según estimaciones de la industria.
Algunas de las peores estafas financieras que ha sufrido el país han quedado impunes, mientras las autoridades se peleaban por quién tenía autoridad. Las soluciones a estos problemas residen en un enfoque más estratégico de la aplicación de las leyes y en una reorganización de las prioridades, en lugar de en nuevas leyes o reglamentos.
Regulaciones claras
Para que la industria de las criptomonedas prospere plenamente, se requieren políticas que reflejen una comprensión profunda de las complejidades inherentes a las tecnologías descentralizadas de cadenas de bloques. Un principio rector fundamental debe ser que, si bien las empresas, las instituciones y sus actividades deben estar sujetas a una regulación adecuada, la tecnología en sí misma debe permanecer sin regulación.
Este principio refleja cómo se trata Internet hoy en día: no es ilegal crear un sitio web o desarrollar una aplicación, pero la forma en que se utilizan esas plataformas está sujeta a un escrutinio legal. Como destacó la jueza Katherine Polk Failla en la demanda contra Uniswap, imponer responsabilidad a las tecnologías blockchain por su uso indebido es como responsabilizar a las plataformas de pago como Venmo por las transacciones delictivas facilitadas a través de sus servicios.
Lo que la industria de las criptomonedas necesita con urgencia es una base de regulaciones claras, transparentes y consistentes, respaldadas por la legislación en lugar de por una aplicación discrecional. Se deben priorizar elementos clave, como una protección sólida de los activos de los clientes y una divulgación detallada, para fomentar la confianza y la seguridad. Es posible que nos encontremos ante un período de desarrollo sin precedentes que dé paso a una nueva generación de empresarios y actores institucionales pioneros, libres de los peligros personales y la ambigüedad legal que han obstaculizado el avance de la industria.
Los reguladores tomaron medidas enérgicas contra las empresas de criptomonedas durante la administración Biden en un esfuerzo por reducir la inestabilidad del mercado y la actividad delictiva. En cambio, el presidente electo Donald Trump se ha comprometido a adoptar una postura más favorable, lo que indica un alejamiento de las medidas restrictivas. Su compromiso ya está tomando forma con el nombramiento de figuras favorables a las criptomonedas como Paul Atkins como presidente entrante de la Comisión de Bolsa y Valores y David Sacks como líder designado de la política de criptomonedas de la Casa Blanca.
En una declaración, el portavoz del equipo de transición de Trump, Brian Hughes, subrayó el compromiso de la administración y señaló que los esfuerzos por “reprimir” la innovación dentro del panorama burocrático de Washington están llegando a su fin. Trump, prometió Hughes, está decidido a defender el liderazgo estadounidense en el floreciente sector de las criptomonedas, allanando el camino para que Estados Unidos se convierta en un centro global de innovación impulsada por la cadena de bloques.
La Reserva Nacional de Bitcoin
Una propuesta interesante que se está considerando es el establecimiento de Bitcoin como un activo de reserva estratégico. Un proyecto de orden ejecutiva, preparado por un grupo de la industria, describe un plan para que el Departamento del Tesoro acumule una reserva nacional de Bitcoin de 21 mil millones de dólares.
Los defensores de esta idea sostienen que esto situaría a Estados Unidos por delante de sus competidores mundiales en la monetización de Bitcoin y evitaría desventajas económicas futuras. La idea pone de relieve la creciente conciencia del potencial de Bitcoin como herramienta financiera geopolítica.
Los expertos debaten si el presidente electo Donald Trump podría utilizar los poderes ejecutivos para establecer una reserva nacional de criptomonedas, posiblemente a través del Departamento del Tesoro, o si tal medida requeriría la aprobación del Congreso. La idea, aunque ambiciosa, ha suscitado un importante debate dentro y fuera del sector.
Un destacado grupo de defensa, el Bitcoin Policy Institute, ya ha tomado medidas proactivas al redactar una posible orden ejecutiva que podría servir como modelo para crear una reserva federal de Bitcoin. El borrador describe un plan para que Estados Unidos designe a Bitcoin como un activo de reserva estratégico, y se le ordena al Secretario del Tesoro que asigne 21.000 millones de dólares a lo largo de un año para construir esta reserva.
Zack Shapiro, director de políticas del Bitcoin Policy Institute, enfatizó la urgencia de tomar medidas, argumentando que Estados Unidos debe actuar rápidamente para mantenerse por delante de los competidores globales en el aprovechamiento del valor de Bitcoin. Señaló los riesgos de retrasar tales esfuerzos, advirtiendo que los rivales podrían capitalizar el aumento del precio de la criptomoneda mientras Estados Unidos se queda atrás. Sin embargo, Shapiro se negó a confirmar si el grupo había compartido formalmente su borrador con el equipo de transición de Trump, lo que deja incierto el futuro de la propuesta.
El ecosistema en proceso de maduración de las criptomonedas
Desde el lanzamiento de Bitcoin durante la crisis financiera de 2008, el sector de las criptomonedas ha experimentado un crecimiento significativo. Lo que comenzó como una moneda digital única se ha convertido en un ecosistema complejo impulsado por contratos inteligentes, finanzas descentralizadas (DeFi) y otros servicios basados en blockchain.
En concreto, las monedas estables se han convertido en un elemento integral de este ecosistema. Estos activos digitales vinculados al dólar constituyen hoy una industria de 200.000 millones de dólares y desempeñan un papel importante en la expansión del impacto del dólar estadounidense como moneda de reserva mundial. Los emisores de monedas estables se han convertido incluso en grandes tenedores de bonos del Tesoro, lo que pone de relieve su incorporación a las instituciones financieras convencionales.
Los mercados que funcionan las 24 horas del día, los 7 días de la semana, también muestran cómo los sistemas bancarios obsoletos no pueden seguir el ritmo del volumen constante de negocios. Por el contrario, las cadenas de bloques públicas respaldan sin esfuerzo el comercio ininterrumpido, lo que ofrece una visión del futuro de las finanzas.
El papel de la inteligencia artificial
La creciente integración de la inteligencia artificial (IA) con la tecnología blockchain abre nuevas fronteras para la innovación. La combinación de transparencia, apertura y escalabilidad inherentes a ambas tecnologías podría dar lugar a soluciones transformadoras.
Por ejemplo, aplicaciones como la aplicación World permiten a los usuarios verificar su identidad de forma anónima y segura, lo que demuestra el potencial de la innovación responsable. A medida que la IA sigue avanzando, su intersección con la cadena de bloques podría abrir oportunidades sin precedentes en sectores que van desde las finanzas hasta la atención sanitaria.
Todas las miradas puestas en las órdenes ejecutivas
Donald Trump se ha comprometido a abordar las barreras que enfrentan las empresas de criptomonedas dentro del sistema financiero tradicional, en particular la renuencia de los bancos a participar debido al escrutinio regulatorio. Si bien los reguladores afirman que los bancos pueden trabajar con empresas de criptomonedas que cumplan con las normas, muchos en la industria argumentan que la supervisión ha creado una vacilación significativa.
Se espera que Trump emita una orden ejecutiva que fomente una mayor colaboración, lo que indicaría el apoyo de su administración. Sin embargo, expertos como Jonah Krane, socio de Klaros Group, señalan que una orden de ese tipo carecería de fuerza legal, ya que los reguladores bancarios federales operan de forma independiente.
Además, Trump planea establecer un consejo dedicado a la industria de las criptomonedas, y ya se están llevando a cabo conversaciones sobre su estructura y dotación de personal. Inspirándose en medidas ejecutivas anteriores, también podría emitir una directiva para reformular las regulaciones de las criptomonedas.
Esto podría ser paralelo a su orden de reforma bancaria de 2017, en la que se pedía a las agencias que reevaluaran las normas obsoletas. Si bien es poco probable que se produzcan cambios inmediatos en las políticas, estas medidas indican un cambio claro hacia la adaptación de las criptomonedas y el fomento de su integración en el sistema financiero convencional.
La publicación Regulación de criptomonedas para una nueva era: el plan de Trump para liderar la economía digital apareció primero en Metaverse Post.