El escritor criticó a los traders e inversores que se quejan de la caída de la primera criptomoneda, llamándolos "niños que lloran". En lugar de caer en la desesperación, es necesario aprovechar la oportunidad y comprar más monedas, sugirió el empresario estadounidense. Un inversor experimentado consideró que las caídas periódicas del mercado son momentos por los que hay que estar agradecido, y no son motivo de preocupación.