He oído que recientemente una empresa en Estados Unidos hizo un gran movimiento en el mercado financiero, vendiendo más de treinta mil éteres y más de novecientos bitcoins, cambiándolos por quinientos setenta millones de dólares en efectivo, y luego volvió a comprar dólares con ese dinero. Esta operación sorprendió bastante al mercado financiero estadounidense. Recientemente, Estados Unidos ha estado activo en el mercado financiero global, tratando de aliviar la presión de la deuda pública de esta manera. Pero esta repentina transacción de gran volumen ha elevado los precios del mercado, alterando el diseño estratégico de Estados Unidos.
En mi opinión, estas operaciones en el mercado financiero, aunque pueden tener algunos efectos a corto plazo, a largo plazo, cada país debería mantener una política monetaria prudente para garantizar el desarrollo saludable de la economía. Estados Unidos puede no estar en un buen estado de ánimo esta vez, después de todo, un plan meticulosamente diseñado ha sido interrumpido, y se ven obligados a ajustar su estrategia. Esto también demuestra que, en la globalización de hoy, la competencia económica entre las grandes potencias es compleja y cambiante, y cada país necesita tener la capacidad de responder de manera flexible. Deberíamos seguir insistiendo en el principio de cooperación y beneficio mutuo, promoviendo la construcción de una comunidad de destino humano y logrando un desarrollo y prosperidad comunes.