Según ChainCatcher, informa Jinshi, la propuesta de financiamiento para la compra de Bitcoin presentada anteriormente por la senadora estadounidense Cynthia Lummis depende en parte de la gran herencia de oro que posee Estados Unidos, un oro que quedó de la época en que el dólar estaba vinculado a metales preciosos y los tenedores de dólares podían canjear oro a un precio fijo.
A pesar de que desde principios de la década de 1970 el dólar ya no es canjeable por oro, el Tesoro y la Reserva Federal aún poseen alrededor de 8100 toneladas métricas de oro. El gobierno valora este oro a un precio de 42 dólares por onza, muy por debajo del precio de mercado actual de 2650 dólares.
Cynthia Lummis espera que el Tesoro revalúe este oro al precio de mercado actual y utilice las ganancias en papel para financiar la compra de Bitcoin, sin necesidad de aumentar impuestos o emitir nueva deuda pública. Sin embargo, los críticos señalan que esta operación no es un almuerzo gratis, pues requerirá que el banco de la Reserva Federal pague la diferencia entre los certificados de oro que posee el Tesoro y la nueva valoración mediante una combinación de impresión de dinero y venta de activos.
El economista monetario George Selgin argumenta que esta operación equivale a un "préstamo de puerta trasera" del gobierno, para evitar nueva deuda, saltarse los procedimientos de asignación regulares y encubrir la verdad. El proyecto de ley de Lummis se basa en gran medida en magia dorada. George Selgin dice: "¿Qué mejor manera de ganar el apoyo público que hacer que la gente crea que este plan no costará un centavo?"