Según un informe de Deep Tide TechFlow del 24 de diciembre, los principales mercados globales están intensificando la supervisión fiscal de las criptomonedas. Según las políticas más recientes, el IRS de EE.UU. clasifica los activos criptográficos como activos digitales, aplicando un enfoque impositivo similar al de las acciones y bonos. Específicamente, simplemente comprar y mantener no está sujeto a impuestos, pero las acciones que 'realizan ganancias', como vender, intercambiar criptomonedas o utilizar criptomonedas para compras, deben pagar impuesto sobre las ganancias de capital; los ingresos por minería, recompensas de staking y salarios recibidos en criptomonedas están sujetos a impuestos sobre los ingresos.
La HMRC del Reino Unido aplica un impuesto sobre las ganancias de capital de hasta el 24% para las transacciones de criptomonedas, con una tasa impositiva del 10% para los contribuyentes en la tasa básica, quienes también disfrutan de un umbral de exención de las primeras 3000 libras esterlinas. Además, los ingresos por minería y los salarios pagados en criptomonedas están sujetos al impuesto sobre la renta personal, y los empleadores deben pagar el seguro nacional por los salarios pagados en criptomonedas.
La UE aún no ha unificado los estándares de impuestos, y las políticas de los estados miembros son significativamente diferentes. Alemania exonera de impuestos a los activos criptográficos que se mantienen por más de un año; si se venden dentro de un año, se debe pagar un impuesto sobre la renta de hasta el 45%, más un 5.5% de impuesto adicional de solidaridad. España aplica una tasa impositiva unificada del 19%-28% sobre las ganancias criptográficas. Portugal, que alguna vez fue considerado un paraíso fiscal, ha endurecido sus políticas, con tasas que van del 14.5% al 53%, siendo la tasa estándar del impuesto sobre ganancias de capital del 28%.
El CEO de Paybis, Konstantin Vasilenko, señala que, a medida que la regulación MiCA de la UE y las reglas de viaje entrarán en vigor en 2025, los reguladores reforzarán aún más la supervisión fiscal de los activos criptográficos. Elisenda Fabrega, directora legal de Brickken, añade que, aunque la UE está trabajando para avanzar en la coordinación regulatoria, las políticas fiscales clave como las tasas impositivas, los umbrales y las exenciones siguen siendo decididas por los estados miembros.