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El rebote del mercado, o recuperación del mercado, es un fenómeno en el que, tras un período de caída, los precios de los activos comienzan a subir nuevamente. Este es un momento clave para los inversores, ya que puede significar un cambio en el sentimiento y las tendencias en los mercados financieros.

La recuperación del mercado puede ser provocada por diversos factores: mejora de los indicadores económicos, cambios en la política de los bancos centrales, disminución de la tensión geopolítica o simplemente una reacción psicológica de los inversores. Un ejemplo de esto es la recuperación de los mercados de valores tras crisis como la crisis financiera mundial de 2008 o la pandemia de COVID-19.

Es importante entender que no cada aumento de precios después de una caída es sostenible. A veces, esto puede ser lo que se llama un "rebote de un gato muerto" - un aumento temporal antes de una caída adicional. Para la inversión a largo plazo, es importante considerar factores fundamentales: el estado de la economía, los indicadores financieros de las empresas y las tendencias generales del mercado.

Los inversores deben ser cautelosos y evitar decisiones impulsivas. El uso de herramientas analíticas y la diversificación de la cartera ayudarán a minimizar los riesgos durante períodos de inestabilidad del mercado.