La red Pi ha vuelto a extender el plazo de migración a la red principal hasta el 31 de enero de 2025, lo que ha provocado descontento debido a los constantes retrasos.

A pesar de las promesas de una actualización de la hoja de ruta en diciembre, los desarrolladores permanecen en silencio, lo que genera escepticismo en la comunidad.

Un proyecto que existe desde hace más de cinco años todavía no ha lanzado la red principal ni el token, lo que causa decepción entre los usuarios.