¿Ha terminado la era de los airdrops de Telegram?

Los airdrops basados en Telegram han sido una estrategia preferida para que los proyectos de blockchain crezcan en comunidades y generen interés. El atractivo de los “tokens gratuitos” ha atraído a miles de usuarios, pero la narrativa está cambiando—y no para mejor.

¿Qué salió mal con los airdrops de Telegram?

1️⃣ Recompensas poco satisfactorias:

Muchos airdrops, como #TOMA , dejan a los participantes con menos de $10 en tokens después de semanas de dedicación. Tales recompensas mínimas no justifican el esfuerzo involucrado.

2️⃣ Tareas excesivas:

Tareas como unirse a múltiples grupos de Telegram, compartir publicaciones y mantenerse activo durante semanas agotan la energía de los participantes, con poco que mostrar por ello.

3️⃣ Promesas exageradas:

Los proyectos a menudo exageran el potencial de su token, pero los precios se desploman cuando los tokens inundan el mercado, dejándolos casi sin valor.

4️⃣ Proyectos de baja calidad:

La afluencia de proyectos mal planificados que utilizan airdrops como un truco de marketing ha empañado la estrategia. Muchos carecen de una hoja de ruta sólida o utilidad, lo que hace que sus tokens no tengan valor.

¿Por qué están perdiendo atractivo los airdrops?

Saturación del mercado: La gran cantidad de airdrops ha diluido su impacto.

Desconfianza creciente: Las comunidades están cansándose de promesas infladas.

Desafíos regulatorios: Reglas más estrictas dificultan la ejecución de airdrops significativos.

Cambio de enfoque: Los proyectos ahora priorizan asociaciones y utilidad sobre las campañas de airdrop tradicionales.

El ejemplo de $TOMA: Una llamada de atención

El airdrop de $TOMA mostró todo lo que está mal con el modelo actual. A pesar de una gran anticipación, las recompensas fueron decepcionantes, dejando a los participantes frustrados.

Un cambio, no un final

La era de los airdrops no ha terminado, pero necesita reinvención:

Menos participantes, mayores recompensas: Enfocarse en recompensar el compromiso genuino de la comunidad.

Transparencia: Establecer expectativas realistas para reconstruir la confianza.

Esfuerzos dirigidos: Solo recompensar acciones que generen valor a largo plazo.

Por ahora, aborda los airdrops de Telegram con precaución. Sin un cambio significativo, corren el riesgo de volverse irrelevantes. ¿Crees que todavía valen la pena? ¡Discutamos!