A partir del 30 de diciembre de 2024 se avecina un cambio importante en el mundo de las criptomonedas en Europa. Con la entrada en vigor de la normativa MiCA también se aplicará el TFR (Reglamento de Transferencias de Fondos). Aquí hay un desglose de lo que cambiará.
¿Qué es TFR?
El TFR tiene como objetivo fortalecer la lucha contra el lavado de dinero y la financiación del terrorismo. Esto implica una mayor supervisión de las transacciones de criptomonedas. ¿La idea? Exigir que las plataformas de intercambio recopilen y transmitan información personal al transferir activos digitales.
Ejemplo concreto:
Cuando envía criptomonedas de una plataforma regulada a otra, datos como su nombre, apellido y dirección deben acompañar la transacción.
Para billeteras autohospedadas (como MetaMask), si el monto excede los 1000 €, deberás demostrar que la billetera es tuya.
Esta información no se comparte públicamente, pero las plataformas la conservarán y será accesible a las autoridades en caso de una investigación.
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¿Por qué es importante?
1. Fortalecer la seguridad: El objetivo declarado es limitar los usos ilegales de las criptomonedas.
2. Debates sobre la privacidad: A muchos les preocupa que esta regulación invada las libertades individuales y el respeto a la privacidad.
3. Impacto para los usuarios: las plataformas deberán ajustar sus herramientas y los usuarios pueden enfrentar más verificaciones.
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Críticas y preocupaciones
Algunas voces del sector, como Nicolas Louvet (CEO de Coinhouse), creen que esta medida podría resultar ineficaz. Al tratar de controlarlo todo, se correría el riesgo de complicar la vida de los usuarios honestos, dejando lagunas para los verdaderos delincuentes.
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¿Qué hacer como usuario?
Manténgase informado: consulte las políticas de su intercambio.
Anticípese a los cambios: si utiliza billeteras autohospedadas, prepárese para tener que demostrar la propiedad.
Monitoree sus transacciones: Las transferencias a plataformas reguladas se convertirán en la norma.
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El TFR marca una nueva etapa en la regulación de las criptomonedas en Europa. Pero queda una pregunta: ¿estas medidas lograrán su objetivo o correrán el riesgo de sofocar la innovación? El futuro nos lo dirá.