Fuente del artículo: Mankiw Blockchain

Introducción

El 6 de diciembre de 2024, Hong Kong dio un importante paso en la industria de activos digitales al publicar el innovador (proyecto de ley de stablecoins). Esta medida destaca la ambición de Hong Kong de consolidar su liderazgo global en la regulación de activos digitales y establece un referente para otras jurisdicciones que enfrentan la complejidad de este nuevo mercado.

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Las stablecoins son a menudo elogiadas como un puente entre las finanzas tradicionales y la tecnología blockchain, y han crecido rápidamente a nivel mundial, impulsadas por su estabilidad de precios y su potencial de aplicación en pagos, remesas y finanzas descentralizadas. Sin embargo, la falta de regulación integral ha expuesto la vulnerabilidad de las stablecoins, desde riesgos sistémicos hasta problemas de protección al consumidor, lo que obliga a los legisladores a actuar.

La legislación propuesta busca lograr un delicado equilibrio: impulsar el crecimiento de la economía Web3 mientras se asegura la estabilidad financiera y se protege la confianza pública. ¿Pero podrá lograr este objetivo con éxito? Este artículo analizará en profundidad si el marco puede mantener la coherencia con el doble objetivo de innovación y prudencia de Hong Kong en el rápidamente evolucionante mercado de stablecoins.

La necesidad de regulación

La regulación de las stablecoins vinculadas a monedas fiduciarias (‘FRS’) es crucial para promover un ecosistema financiero seguro e innovador. Uno de los principales beneficios de la transparencia regulatoria es aumentar la confianza de los inversores. Al establecer reglas claras, los reguladores pueden garantizar que las operaciones de los emisores de stablecoins sean más transparentes, reduciendo así el riesgo de fraude o mala gestión y atrayendo a inversores institucionales y minoristas que de otro modo podrían estar dudando.

Además, la regulación de stablecoins juega un papel clave en la mitigación de riesgos sistémicos. Las stablecoins, especialmente aquellas vinculadas a monedas fiduciarias, se están integrando cada vez más en el sistema financiero, convirtiéndose en vehículos para pagos, transacciones y gestión de liquidez. Sin regulación, problemas como redenciones repentinas, fallos operativos o dependencia de garantías volátiles pueden afectar a los mercados financieros tradicionales, impactando así la estabilidad económica más amplia.

La regulación también fomenta la coherencia con los estándares globales, logrando así la interoperabilidad transfronteriza y aumentando la confianza de los interesados internacionales. La UE está avanzando con la regulación (MiCA) sobre el mercado de activos criptográficos, y Estados Unidos también está llevando a cabo discusiones legislativas sobre stablecoins, avanzando hacia el establecimiento de un marco regulatorio. La legislación propuesta por Hong Kong busca establecer un referente de innovación responsable a nivel mundial al alinearse con estos esfuerzos.

Como un famoso centro financiero, Hong Kong adopta esta legislación para consolidar aún más su posición como un puente entre Oriente y Occidente. Al priorizar la protección del inversor, la estabilidad financiera y la coherencia regulatoria, esta medida de Hong Kong refuerza su estatus como un centro financiero proactivo y globalmente competitivo, atrayendo a innovadores e inversores en el ámbito de Web3.

Desafíos y compromisos

Cuando Hong Kong se esfuerza por convertirse en líder en la regulación de stablecoins, el marco propuesto enfrenta desafíos y compromisos críticos. Estos desafíos incluyen cómo equilibrar una regulación estricta con la promoción de la innovación y navegar por el rápido desarrollo del ecosistema de activos digitales en un entorno global complejo y coordinado.

Obstáculos potenciales a la innovación

(El proyecto de ley de stablecoins) impone estrictos requisitos de licencia y cumplimiento a las stablecoins vinculadas a monedas fiduciarias (FRS). Aunque esta práctica es crucial para garantizar la transparencia, la protección del consumidor y la estabilidad del sistema, puede potencialmente excluir a participantes más pequeños o emergentes del mercado. Las startups suelen ser un caldo de cultivo para la innovación en el ámbito de Web3, pero pueden enfrentar dificultades debido a los altos costos de auditoría, estrictos requisitos de gobernanza y requisitos de capital.

Por ejemplo, el marco MiCA de la UE incluye obligaciones de cumplimiento detalladas. Algunos proyectos emergentes eligen trasladar sus empresas a regiones con regulaciones más laxas, como Suiza o Dubái, para evitar estas cargas. Si se considera que los costos regulatorios en Hong Kong son demasiado altos, también podría enfrentar desafíos similares que impulsarían la fuga de talento e innovación.

Además, existe el riesgo de captura regulatoria, donde el mercado podría ser dominado solo por grandes empresas con recursos abundantes. Por ejemplo, en Estados Unidos, actores importantes como Circle (emisor de USDC) han cabildeado por reglas más estrictas, que podrían hacer que los competidores más pequeños se sientan incapaces de cumplir. Si Hong Kong sigue esta trayectoria, podría formarse un mercado de oligopolio, sofocando la innovación en el diseño o aplicación de stablecoins.

El papel de la coordinación global

Debido a su naturaleza de operación transfronteriza, las stablecoins necesitan coherencia en los marcos regulatorios globales para liberar su máximo potencial. Diferentes marcos regulatorios han presentado desafíos en el pasado. Por ejemplo, el enfoque en evolución de Estados Unidos hacia la regulación de stablecoins, que enfatiza los requisitos de reservas a nivel bancario, es muy diferente del sistema de Japón, que solo permite a bancos y compañías fiduciarias autorizadas emitir stablecoins. Este sistema regulatorio fragmentado obstaculiza la interoperabilidad y reduce la utilidad de las stablecoins en el comercio internacional y las remesas.

Hong Kong necesita abordar cuidadosamente estas complejidades. Como puerta de entrada entre China y el sistema financiero global, Hong Kong tiene una oportunidad única de alinearse con los estándares globales, como MiCA o las recomendaciones del Consejo de Estabilidad Financiera sobre stablecoins. Sin embargo, si no se conecta con los estándares internacionales, los emisores locales de Hong Kong podrían enfrentar aislamiento, afectando su interacción con los mercados internacionales. En cambio, un marco flexible pero alineado con la comunidad internacional podría mejorar la reputación de Hong Kong como un centro de activos digitales confiable.

Resumen de Mankiw Lawyers

El (proyecto de ley de stablecoins) de Hong Kong marca un momento importante en el desarrollo de la regulación de activos digitales, reflejando la ambición de Hong Kong de liderar en esta industria transformadora. Al enfatizar la transparencia, la estabilidad y la protección del inversor, esta legislación establece una base sólida para la prosperidad del ecosistema de stablecoins. Sin embargo, el éxito de la ley depende de cómo encontrar un delicado equilibrio entre proteger la integridad financiera y fomentar la innovación.

La importancia de este tema es significativa, no solo para Hong Kong, sino también para el mercado global de stablecoins. ¿Convertirá este marco a Hong Kong en un faro de excelencia regulatoria que promueva la innovación mientras asegura la estabilidad, o se convertirá en un caso de advertencia, sofocando el crecimiento debido a restricciones excesivas y empujando las oportunidades a otros lugares?

La respuesta radica en la capacidad de ejecución, la adaptabilidad y la cooperación global. El mundo está observando, y Hong Kong tiene la oportunidad de establecer el estándar dorado de la industria.